San Diego. Las autoridades de Estados Unidos descubrieron un túnel transfronterizo provisto de ventilación, iluminación y una red de rieles. El subterráneo tiene 600 metros de largo y 9.5 metros de profundidad. Conectaba depósitos en Tijuana y el condado de San Diego. En la operación decomisaron paquetes con opioides, metanfetaminas, cocaína y otras drogas.
Según un equipo investigador de túneles integrado por varias agencias federales, la construcción existía desde hacía varios meses, a juzgar por el estado de construcción avanzada observado en varios tramos
.
El descubrimiento del túnel, realizado el 19 de marzo pero dado a conocer ayer, permitió incautar 590 kilos de cocaína, 39 kilos de metanfetamina, 7.7 kilos de heroína, mil 300 kilos de mariguana y 900 gramos de fentanilo.
El túnel, que cruza cerca de un muro fronterizo de dos capas construido durante la presidencia de Donald Trump, fue un testimonio elocuente de la insuficiencia de tales barreras frente a la habilidad de las organizaciones del narcotráfico.
Los muros construidos por orden de Trump se extienden bajo tierra para impedir la excavación, pero hasta cierta profundidad y no bastan ni de lejos para impedir los pasajes secretos.
Las autoridades estadunidenses dijeron que pidieron ayuda a sus contrapartes mexicanas para hallar la entrada del túnel en Tijuana y luego ejecutaron una orden de cateo en el distrito de depósitos industriales de Otay Mesa, San Diego.
En enero, las autoridades anunciaron el descubrimiento del túnel de contrabando más largo hallado en la frontera, que se extendía más de mil 200 metros desde en un pequeño edificio industrial en Tijuana hasta San Diego. Poseía una extensa red de rieles, sistema de ventilación, cableado y paneles eléctricos de alto voltaje, un elevador en la entrada y un sistema complejo de drenaje.
En ese caso no hubo arrestos, confiscación de drogas ni se halló un punto de salida confirmado en Estados Unidos. Pero su extensión provocó estupor en las autoridades. Corría bajo varios depósitos en San Diego.