Los Ángeles. Las alfombras rojas están guardadas en depósitos; los artistas de primera línea, refugiados en mansiones, y las puertas de los multicines, cerradas. Al menos por ahora, el Covid-19 ha puesto en pausa a la mayor parte de Hollywood. Para los muchos trabajadores independientes de la industria –un cuarto de millón tan sólo en el condado de Los Ángeles– esto es un desastre económico.
Está el peluquero que no puede hacer su trabajo debido al distanciamiento social, la productora cuyo estreno atrajo a muy pocas personas antes que cerraran los cines, y la organizadora de actividades que teme perder la casa de su familia. Seis mujeres y hombres en la industria del espectáculo explican cómo el virus ha trastornado sus vidas.
Por esta época en 2019, Annie Jeeves, publicista de Los Ángeles, saltaba de un avión a otro, de ciudad en ciudad, con festivales de cine, distintos estrenos de películas y los preparativos para el Festival Internacional de Cine de Cannes
. Este año, no.
El coronavirus me descarriló. El día que se canceló (el festival) South by Southwest tuvo un efecto dominó. Estuve en el teléfono con mis clientes dando consejos sobre estrategia y cambio. Ha sido un giro y un verdadero manejo de crisis desde entonces.
Incertidumbre
La incertidumbre es devastadora para los contratistas independientes que dependen de un ingreso constante para subsistir.
Es decir, los (trabajadores) independientes pierden casas, lo pierden todo. Consumen sus ahorros, que no son muchos. Creo que cuando la gente piensa en Hollywood imagina grandes estrellas y alfombras rojas. Yo pienso en mis amigos independientes: los que hacen vestuario, peluqueros, maquillistas, productores, editores, compositores... Cosas como esta quitan el aliento
.
Jeeves señaló tener un fondo de reserva, y debido a que su trabajo es ayudar a sus clientes a salir de sus atolladeros, tiene muchas ideas para ayudarse a sí misma. Aprovecha el tiempo libre para tomar más en serio la fotografía.
Es una pasión que me alimenta, especialmente cuando las cosas están frágiles
, precisó.
La primera semana de marzo, Heather Hope-Allison y su esposo, Steve, organizadores de actividades, armaron el calendario para la novena temporada de Street Food Cinema, programa de seis meses en Los Ángeles, que incluye cine al aire libre y bajo techo, camiones de comida y conciertos.
Hope-Allison, madre de dos hijos, explicó que las temporadas recientes han atraído a unas 100 mil personas.
Pero cuando el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, ordenó que la gente permaneciera en sus casas, cerrando todos los negocios no esenciales, la empresaria no supo si podría hacer el encuentro del todo. En el peor de los casos podría perder su casa y tendría que vender lo que quede de su compañía.
Somos un negocio familiar, no somos una corporación grande. Lidiamos regularmente con los estudios, nuestros patrocinadores son Southwest (Airlines) y Live Nation, industrias muy impactadas.
Hope-Allison rompió en llanto; cuando se tranquilizó ofreció un mensaje positivo: “me digo una y otra vez ‘todos vamos a celebrar cuando esto acabe’”.
Fin de un sueño
El 14 de marzo, Leslie Thomas, productora de televisión y directora de cine, estaba a un paso de cumplir su sueño: su primera película iba a estrenarse en el Festival de Cine de Pasadena. Los boletos estaban agotados. A la sala, donde se proyectaría su comedia Honesty Weekend, de 250 butacas, sólo llegaron 30 o 35 personas, porque la gente estaba aterrada por el coronavirus
.
Al día siguiente, el alcalde de Los Ángeles ordenó el cierre de los cines. Luego, Thomas recibió otra mala noticia: “durante dos semanas estaba en pausa mi trabajo diurno: producir varias series para una cadena muy popular dedicada a la comida. Estamos en problemas. No sabemos dónde ni cuándo filmar.
Todo se ha detenido abruptamente afectando a los que trabajan en esta industria: los que construyen escenarios, maquillan y los que proveen comida para los actores y todos los demás
, destacó.
Matt Hutchinson, compositor para cine y televisión, aseguró que ha visto detenerse por completo
la producción en Hollywood. Por ahora, trabaja por videoconferencias con músicos y cineastas.
Todavía podemos hacer algo de nuestro trabajo: sesiones en las que reviso un episodio de televisión, por ejemplo, con los productores y decidimos a qué le vamos a poner música y cómo. Tengo muchísima suerte de no estar en la situación de vivir de sueldo en sueldo.
Hutchinson tiene más de 100 créditos de sonido/música adicional/partitura, con proyectos que incluyen la película de terror, de 2019, Ma, con Octavia Spencer.
Comentó que no está seguro de qué sucederá una vez que termine su trabajo actual. Creo que la gran pregunta es ¿Cuánto tiempo va a durar esto? Tendré que esperar, como todos los demás. Todos estamos en el mismo barco.
Pi Ware, el editor de televisión y cineasta, a diferencia de muchos de sus colegas, sigue trabajando. Contó que continúa editando para una serie de una cadena grande
, sólo que ahora lo hace desde su casa.
Hay muchos asuntos de tecnología y seguridad con los que se tienen que lidiar cuando tomas un gran centro de edición y de pronto lo divides en 45 unidades diferentes para trabajar desde casa
, indicó.
Ware, de 48 años, acababa de sufrir el estrés por la cancelación del Festival de Cine de Cleveland, en el que iba a estrenar en pantalla grande su documental Skin Deep: The Battle Over Morgellons.
Lo positivo es que, en mi caso, como la pondré en formato digital, habrá oportunidad de que la gente la vea
, señaló.
Su trabajo como editor le proveerá una entrada estable hasta el final de la primavera, pero muchos de sus amigos no tienen la misma suerte. La mayoría de los editores que conozco seguirán trabajando unas cuantas semanas más, pero los programas de la mayoría de los productores que conozco están paralizados. Están sin trabajo. No tienen ingresos. Así de simple
.
Una vez que él termine su trabajo actual, no sabe dónde comenzar a buscar. La otra serie que quizás hubiera podido editar está en pausa quién sabe hasta cuándo
, concluyó.
Luego de la temporada de premios y grandes actividades de principios de año, Steven Mason, peluquero de famosos, anticipaba que este sería un periodo lento.
Pero sus contrataciones cesaron por completo cuando las autoridades de salud pública comenzaron a exigir un distanciamiento social
más extremo.
Tomando en cuenta que estoy literalmente tocando a la persona, básicamente todos mis trabajos terminaron
, relató.
Al menos mantiene una buena amistad con una de sus famosas clientas. Agregó que se hizo amigo de la actriz Alison Pill tras haber trabajado juntos cuando ella promovía Picard, en la que él también trabajó, y el nuevo thriller Devs.
Tuvimos muchas actividades: sesiones de fotos, giras de prensa
, dijo Mason, quien vive en Arcadia, California. Así que ella me ha contactado para ver cómo estoy
.
Mason, trabajador independiente que no pertenece a ningún sindicato, aclaró que tiene ahorros como para subsistir un par de semanas
sin trabajar. Hasta entonces me lo tomaré con calma y haré cosas que tenía pendientes desde hace mucho
.