Ciudad de México. La rápida propagación del Covid-19 alrededor del mundo y el severo impacto sobre las perspectivas de crecimiento a nivel global y nacional, han aumentado los riesgos de una marcada desaceleración económica, advirtió el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF).
“La incertidumbre sobre el impacto económico de la pandemia podría continuar generando tensiones en el sistema financiero y afectaciones en la actividad económica”.
Alertó que en caso de presentarse un periodo de mayor incertidumbre acompañada de la elevada volatilidad en los mercados financieros podría exacerbarse y reflejarse en una falta de liquidez, con el riesgo de propiciar movimientos más abruptos en las variables financieras y flujos de salida de capital.
Durante la sesión presidida por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Arturo Herrera, y con la participación del gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, el Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero celebró el martes 31 de marzo su trigésima novena sesión ordinaria, en la que consideró importante profundizar en el tema del desarrollo sostenible y sus implicaciones para la estabilidad financiera, por lo que acordó trabajar en la creación de un Comité de Finanzas Sostenibles.
También que será de mayor valor elaborar su informe anual utilizando datos al cierre de junio y no al cierre del año pasado, por lo que publicará dicho informe en el tercer trimestre del presente año.
El Consejo reconoce que la pandemia de Covid-19 representa el mayor desafío que ha experimentado el sistema financiero global desde la crisis de 2008-2009. Esta pandemia constituye un choque macroeconómico mundial sin precedentes, que ha encaminado a la economía mundial a una situación de recesión cuya magnitud y duración son aún inciertas. En este entorno, el sistema financiero mexicano enfrenta el desafío de mantener un flujo de financiamiento adecuado ante la disminución del crecimiento y el aumento en los riesgos.
Las revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento económico y la mayor aversión al riesgo han generado un importante ajuste de portafolios, tanto en economías avanzadas como emergentes y una marcada volatilidad en los mercados financieros mundiales y nacionales.
Adicionalmente, la falta de acuerdo entre los principales productores de crudo propició caídas pronunciadas en los precios del petróleo. Todo ello se ha traducido en ajustes importantes en los tipos de cambio, las tasas de interés y las primas de riesgo.
En este contexto, los principales retos para el sistema financiero son mantener el flujo de crédito que requieren las empresas, los hogares y otros segmentos de intermediación financiera.
Además, mantener condiciones de liquidez adecuadas, tanto en moneda nacional como extranjera en condiciones de operación adecuadas en los mercados cambiarios y de renta fija, para que los intermediarios puedan administrar adecuadamente sus riesgos de mercado y crédito; y, mantener el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.
Explicó que en este contexto de incertidumbre y de deterioro en las condiciones financieras, recientemente una calificadora de valores redujo la calificación crediticia de riesgo soberano, lo anterior, aunado a la abrupta caída en los precios del crudo representan retos para Pemex y el país, quienes podrían enfrentar el riesgo de ajustes en la calificación de deuda.
Cabe resaltar que dada la importancia de los servicios financieros para el buen funcionamiento de la economía y las actividades productivas en el país, es necesario tomar medidas para su adecuada continuidad operativa durante este periodo de emergencia sanitaria.
Destacó, que el sistema financiero mexicano mantiene una posición de capital y liquidez sólida para enfrentar un entorno de debilidad económica y sostener el financiamiento a empresas y hogares.
“La solidez con la que cuenta el sistema financiero será clave para hacer frente a estos choques, contribuyendo a un ajuste más ordenado de los mercados financieros nacionales y de la economía en su conjunto”, confió.