Madrid. En la radiografía diaria de la pandemia del Covid-19 en España todos los indicadores son cada vez peores: los infectados ya rozan los cien mil, el número de fallecidos en sólo un día alcanzó el máximo histórico, con 849 y sumar así un total de ocho mil 189 desde el inicio de la crisis y los pacientes internados en estado crítico en los hospitales ya suman alrededor de seis mil. A pesar del drama diario, el gobierno español, del socialista Pedro Sánchez, insiste en lanzar un mensaje de “moderado optimismo” ante la supuesta “tendencia a la baja” del número de infectados, una cifra que todos los expertos cuestionan por la escasez de test rápidos en el país.
Cada mañana, alrededor de las once y media, el Ministerio de Sanidad español ofrece lo que ya se conoce como “el parte de guerra”. Que son las estadísticas recabadas en las 17 comunidades autónomas del país y que ofrecen a diario una panorámica aproximada de los estragos que está provocando la pandemia en España.
En el país el virus se ha extendido por todas las regiones, si bien donde más mortífero ha sido es en Madrid (tres mil 603 fallecidos), Cataluña (mil 672) y Castilla La Mancha (708). En otras regiones, como Andalucía, con con más de seis infectados, la tasa de mortalidad ha sido mucho más baja, al haberse registrado la muerte 248 personas, una singularidad que algunos expertos atribuyen a las condiciones climáticas y a que es una zona con temperaturas más altas.
En cualquier caso, España suma ya un total de ocho 129 personas que han perdido la vida por la pandemia, sólo superado por Italia, que alcanzó ayer los 11 mil 591, pero que si mantiene la misma tendencia de incremento de fallecimientos todo apunta a que en unos días alcanzará o superará incluso al país alpino.
La situación de los muertos en Madrid sigue desbordada, por lo que ya empezó a funcionar una nueva morgue improvisada, con lo que además del Palacio de Hielo -una pista de patinaje y centro comercial reconvertido en recinto para los restos mortales- se sumó ahora un edificio público a la espera de uso, el llamado Ciudad de la Justicia, que ya empezó a recibir cadáveres.
En medio del drama humano y el caos y el colapso sanitario, el gobierno aprobó un nuevo paquete de medidas para intentar paliar las consecuencias económicas y sociales que tendrá la pandemia.
Al primer plan de emergencia, con el que aspira a inyectar hasta 200 mil millones de euros en la recaída economía española, ahora suma una serie de programas de ayuda a algunos sectores especialmente vulnerables, como los trabajadores domésticos y temporales y un plan de préstamos excepcionales para los inquilinos que no puedan afrontar el pago de la renta de su vivienda, para lo que el Estado les ayudará con hasta seis meses de su mensualidad. También se aprobó una cláusula para que los trabajadores autónomas puedan aplazar hasta seis meses su contribución mensual a la seguridad social.