Nueva York. Por primera vez, la Casa Blanca ofreció los cálculos oficiales del saldo letal del coronavirus en el país: 100 mil a 240 mil muertes en Estados Unidos, y los dos expertos del gobierno que encabezan la batalla advirtieron que esas cifras serán muchos más altas si la población no respeta las restricciones para frenar la pandemia.
El doctor Anthony Fauci, el experto oficial nacional de enfermedades infecciosas y la doctora Deborah Birx quien está coordinando la respuesta al coronavirus, presentaron estas proyecciones como los números más probables aunque insistieron en que se está haciendo lo posible para reducirlos. Recordaron que no hay una vacuna, y que todo depende de comportamiento.
Con ello, el presidente Donald Trump advirtió, en tonos sombríos durante su casi diaria sesión informativa sobre la pandemia, que “van a ser una dos semanas muy, muy dolorosas”, aunque insistió en que próximamente se empezará a ver “una luz al fina del túnel”. Por ello, dijo, decidió anunciar otro mes de “distanciamiento social”.
El doctor Fauci advirtió que aunque las medidas han empezado a tener un efecto, las cifras continuarán incrementándose durante los próximos días. La doctora Birx recordó que en general el público debería de evitar grupos de más de 10 personas, viajes no esenciales y no acudir a lugares públicos como restaurantes y cantinas.
Una vez más, Trump, sin mencionar que durante dos meses minimizó las consecuencias potenciales y hasta declaró que todo estaba bajo control, se autoelogió por haber hecho lo necesario. insistiendo en que una cifra de 100 mil muertos era “un número muy bajo” dado el potencial de millones de muertes “si no hubiéramos hecho algo”.
Otra vez declaró falsamente que “nadie sabía qué tan contagioso era esto…. no creo que ningún doctor lo supiera… La gente no había visto nada como esto”. Expertos de salud y en enfermedades nacionales e internacionales, el Pentágono, agencias de inteligencia y más habían anticipado y advertido justo escenarios como el actual.
De nuevo, a pesar de los hechos, declaró: “creo que hemos hecho una gran labor”.
Las consecuencias del mal manejo inicial de la crisis por el régimen de Trump y las críticas a su afirmación de que el país tiene lo necesario para enfrentar la pandemia, continuaron resonando por varias partes del país, con gobernadores de ambos partidos expresando frustración ante la falta de pruebas diagnósticas, equipo de protección para personal médico y aparatos para asistencia respiratoria.
Mientras tanto, algunos hospitales están amenazando con despedir a doctores y enfermeras que denuncian públicamente o en entrevistas con medios de información la falta de equipo médico -y algunos ya fueron expulsados de sus empleos, reportó Bloomberg.
Y mientras casi un 75 por ciento de la población está ahora bajo medidas de cuarentena parcial, continuaron las redadas de inmigrantes, reportó el Los Ángeles Times. Peor aún, los agentes realizaron su operativo con mascarillas N95, justo las más requeridas por personal médico por todo el país para atender a la ola de casos de coronavirus.
Vale la pena recordar que si los jefes y agentes de la migra se enferman con el coronavirus, es muy probable que el personal médico que los atenderán serán inmigrantes. Casi un tercio (29 por ciento) de los médicos en Estados Unidos son inmigrantes como tambien un 23 por ciento de asistentes de enfermería, y ni hablar del personal de mantenimiento del sector salud, reporta la publicación de la Asociación Americana de Medicina, AMA).
Mientras tanto, marzo fue el peor mes para los mercados bursátiles desde 2008, cuando estalló la última crisis en Wall Street.