Ciudad de México. En un escenario principal, México tendrá una contracción económica de cinco por ciento este 2020, derivado de la crisis causada por la expansión del coronavirus, afirmó Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base.
En caso que el gobierno no adopte medidas fiscales más contundentes, que ayuden a mitigar efectos como la desaceleración económica, la pérdida de empleos y que los niveles de confianza de consumidores y empresarios vayan a la baja, alertó, la caída de la actividad será de ocho por ciento.
Siller aclaró que el mundo atraviesa una crisis más complicada que la de 2008 y 2009, pues las perspectivas de crecimiento de las principales potencias económicas son a la baja, tras el brote del Covid-19.
“Definitivamente vivimos en una recesión global, todo se orilla a que México tenga una contracción de cinco por ciento este año”, expresó en videoconferencia.
Detalló que el impacto que el coronavirus tenga sobre la economía dependerá de cinco factores: el número de infectados y fallecidos así como la duración del virus, la percepción de riesgo para los inversionistas, los resultados de Estados Unidos, la afectación en servicios y transporte de mercancías y la efectividad de las políticas fiscales que adopte el gobierno.
Precisó que, en momentos de crisis, la economía nacional suele tener un peor desempeño que la estadounidense. Tan solo en 2009, dijo, la actividad estadounidense cayó 2.5 por ciento, y la nacional 5.03 por ciento.
“La crisis actual tiene un choque con la oferta de servicios, mientras que en 2009, hubo muchos actores con un patrón particular de comportamiento. Esperamos que esta vez, sea más grave el caso de México”, enfatizó.
Estimó que, de seguir con las actuales medidas que ha anunciado el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y al considerarse un escenario “general”, durante el segundo trimestre de este año la actividad en el país tendrá un retroceso de siete por ciento.
“Estamos en una crisis global a la que México entró con estancamiento económico. Como ya se tenía falta de confianza entre los consumidores y empresas, la caída del PIB podría ser más severa y con mayor duración que en otros países con una mejor situación previo a una crisis”, sostuvo Siller.
El coronavirus, mencionó, es un evento sin precedente en la historia reciente, por lo que existen “un número infinito de posibilidades de impacto económico, aunado a los conflictos por los precios del petróleo y los riesgos que los inversionistas siguen viendo en el país.
“No se sabe la política que aplicará el gobierno de México para mitigar los efectos ni la forma en la que responderán los consumidores y empresas. Bajo este nivel de incertidumbre, de poco sirven los modelos económicos previamente calculados”, argumentó.
Los principales sectores afectados por el coronavirus, añadió Siller, será el de las manufacturas, la minería, la construcción y los servicios, en específico, los de transporte, de alojamiento temporal, y los financieros y de seguros.