Ciudad de México. Los bioterios, laboratorios de investigación, y ranchos -que por su naturaleza de trabajo no pueden ser descuidados-, pertenecientes a las principales universidades e instituciones de educación superior públicas en la capital del país, trabajan con personal de guardia y los “investigadores mínimos requeridos” para su funcionamiento.
De acuerdo a diversas disposiciones puesta en marcha por las universidades Nacional Autónoma de México (UNAM) y Autónoma Metropolitana (UAM), el Instituto Politécnico Nacional (IPN), y el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), que son aplicables a sus centros de experimentación que tienen en la Ciudad de México y en varias entidades del territorio nacional, se mantienen estrictos controles de ingreso y permanencia en dichos espacios, que en algunos casos solo permiten la presencia de dos investigadores por laboratorio.
Este último, es la situación que priva en el Cinvestav, institución que ha establecido que en el caso de departamentos con más de 20 laboratorios, sólo se autorizará un total de 40 personas máximo, además de que el “acceso se permite únicamente para realizar actividades absolutamente prioritarias que requieran del cuidado presencial y que, de no ser atendidas, resulten en un daño irremediable a las actividades de la institución”, señala en un memorándum interno su director general, José Mustre de León.
Respecto a los centros e institutos de investigación de la UNAM se acordó, de igual manera, que solo se permite el ingreso al personal “estrictamente necesario” en los espacios destinados a la cría y control de los animales de laboratorio y centros de experimentación.
Un caso particular es el Servicio del Sismológico Nacional (SSN) que debido a su importancia continúa en operación de monitoreo permanente, aunque solo con el personal mínimo requerido en las instalaciones, mientras que el resto realiza su labor desde casa.
Estas medidas se repiten en los centros de investigación del IPN y la UAM, quienes han mantenido una operación mínima en diversas áreas, con control de acceso, pues existen tareas fundamentales.
Sin embargo, en todas ellas, conforme a las indicaciones de las autoridades del sector salud y mediante memorándum y comunicación internas, las personas que pertenecen a grupos vulnerables han recibido las indicaciones de resguardo en su domicilio. En este caso están las personas mayores de 60 años; trabajadores con condiciones crónico-degenerativas –tales como hipertensión, diabetes, y enfermedad pulmonar obstructiva crónica, entre otras-, o mujeres embarazadas.