En el periodo 2017-2018 el cultivo de amapola en nuestro país se redujo en 9 por ciento, con relación al lapso similar anterior, ocupando un total de 28 mil hectáreas, localizadas en el llamado Triángulo Dorado, situado de los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango; así como en regiones agrestes de Guerrero y Nayarit.
Así se señala en el tercer informe “México, Monitoreo de Cultivos Ilícitos de Amapola 2017-2018”, que el gobierno de México presentó el 26 de marzo pasado a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc).
Dicho informe fue elaborado en coordinación entre las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), Marina (Semar), Relaciones Exteriores (SRE), y la Fiscalía General de la República (FGR), con base en información de imágenes satelitales a través del proyecto MEXK54, bajo el marco técnico del Programa Global de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (ICMP, por sus siglas en inglés)
De acuerdo a información proporcionada por la Semar, durante el periodo que cubre el informe se destruyeron un total de 2 mil 696 plantíos de amapola, un uno por ciento menos que en 2017.
La disminución en el número de plantíos destruidos se explica por la baja en el cultivo de amapola, ocasionado por la sustitución del uso de opiáceos por drogas sintéticas.