Matamoros, Tamps. Luego de no haber obtenido asilo humanitario en Estados Unidos y cansados de la escasez y hacinamiento en que vivían en el campamento migrante, varios indígenas se vieron orillados a salir de Matamoros con destino a sus lugares de origen.
A bordo de camiones del Instituto Nacional de Migración, los integrantes de pueblos originarios —ubicados en los altos de Chiapas y Guerrero— renunciaron así a sus aspiraciones de ser admitidos en del vecino país, por razones humanitarias.
Durante su estadía en Matamoros los indígenas presentaron solicitudes de asilo afirmando que huían de la pobreza y violencia en sus comunidades.
Sin embargo, la pandemia de coronavirus provocó que se suspendieran todas las citas, hasta nuevo aviso, lo que llevó a los solicitantes a entrar en desesperación y precipitar su retorno.