“Viene lo más complicado del Covid-19” y “se nos va a venir muy fuerte la crisis económica”, señaló el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien reiteró su llamado a la ciudadanía para actuar con disciplina y prudencia, permaneciendo en casa si no hay necesidad de salir, con el propósito de evitar, como ha sucedido en otros países, que la pandemia se vuelva incontrolable.
Ante lo que se avecina, indicó que decidió blindar a los pobres con programas de bienestar, en los que se invierten 500 mil millones de pesos, al mismo tiempo que recordó que más de la mitad de los mexicanos trabaja en la economía informal.
En el segundo día de su gira para supervisar obras de mejoramiento urbano, que ayer incluyó San Luis Río Colorado, Sonora, y Mexicali, Baja California, el mandatario insistió en que viene lo más complicado, y pese a que en 28 días transcurridos desde que se dio el primer caso de coronavirus, México se mantiene con las tasas más bajas de contagio, “no podemos cantar victoria. Al contrario, si hemos logrado eso es porque hemos actuado con disciplina, con profesionalismo”.
Resaltó que se cuenta con un equipo de científicos, técnicos, médicos y especialistas a cargo de la situación, “que se reúnen permanentemente, y a las siete de la noche se informa todos los días, sin ocultar nada; decir la verdad nos ha ayudado”, por lo que pidió no hacer caso a rumores, noticias falsas y amarillismo, que sólo producen sicosis y miedo.
“Podemos entrar en retiro, en cuarentena, y evitar males mayores si actuamos a tiempo”, dijo, agregó que es mejor que se atiendan las recomendaciones de los expertos para que “no se desborde esta epidemia y podamos pronto reactivar la economía, llevar a cabo la obra de la cuarta transformación de la vida pública de México”.
En San Luis Río Colorado, acompañado por la gobernadora Claudia Pavlovich y el secretario de Desarrollo Territorial y Urbano, Román Meyer, entre otros, López Obrador insistió en que como presidente no puede dejar de laborar porque “sí es importante su trabajo, desde luego con la sana distancia”.
Fue insistente en señalar que México tiene finanzas públicas sanas para hacer frente a la situación a partir de ahorros derivados del combate a la corrupción y la impunidad, además de que se aplicaron medidas de austeridad republicana. Sostuvo que hay reservas suficientes porque hemos sabido administrar, no vamos a endeudar al país.
El mandatario hizo un recuento de los apoyos sociales que se brindan en esta contingencia: cuatro meses de pensión adelantada para adultos mayores y menores con discapacidad, 11 millones de becas para estudiantes de familias de escasos recursos económicos, atención médica y medicamentos gratuitos, ampliar el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro y duplicar el de tandas para el bienestar, a fin de otorgar un millón de créditos de más de 25 mil pesos a igual número de pequeñas empresas.
Una vez más llamó a los empresarios a que en esta contingencia den permiso a sus trabajadores con sueldo y prestaciones. Eso es como ir a la iglesia y confesar y comulgar 100 años, eso es amor al prójimo, llevar a la práctica el humanismo, no estar pensando nada más en lo material. Ahora se requiere la solidaridad.
Más tarde, en Mexicali, Baja California, acompañado por el gobernador Jaime Bonilla, informó que el próximo martes recibirá en Palacio Nacional a directivos de la cervecera Constellation Brands, debido a que se canceló el proyecto de construcción de su planta en Mexicali tras aplicarse una consulta ciudadana. Ese ejercicio, sostuvo, fue una lección de democracia y no hay que tenerle miedo al pueblo.