Washington. El inmenso paquete de 2.2 billones de dólares aprobado por el Congreso estadunidense para estimular la economía no resolverá el problema más apremiante entre médicos y enfermeros: la escasez de guantes, máscaras y batas protectoras.
El problema no es falta de dinero, dicen expertos. Es que no hay suficientes existencias de esos productos. Además la crisis ha revelado un sistema fragmentado de suministra que está ahora degenerando en el caos, según una investigación de la AP.
Los hospitales, los gobiernos regionales y la Agencia Federal de Manejo de Emergencias están compitiendo por los mismos recursos, lo que ha ocasionado un aumento de los precios.
Los gobernadores de estados han estado han rechazado las afirmaciones del presidente Donald Trump de que hay suficientes suministros, quejándose de que falta la coordinación a nivel del gobierno federal.
“Básicamente es un caso de sálvese quien pueda”, comentó el secretario de finanzas de Virginia, Aubrey Layne.
Las máscaras higiénicas hace una semana costaban 2,50 dólares cada una pero ahora se venden a 9 dólares, se quejó Layne. Los fabricantes, añadió, saben que “sobran los compradores” incluso a precios altos.
“Hay mucho oportunismo”, denunció.
Médicos y enfermeros en lugares afectados como Nueva York y Nueva Orleans están atendiendo a pacientes enfermos sin máscaras ni guantes ni batas protectoras.
¿Podrá el paquete de estímulo económico ayudar en este aspecto?
“No se trata de lanzarle dinero al problema”, explicó Lisa Ellram, profesora de manejo de cadenas de suministros en la Universidad Miami de Ohio.