Buenos Aires. "No tenemos que caer en el falso dilema de que es la salud o la economía. Una economía que cae siempre se levanta, pero una vida que se pierde no se recupera más", dijo esta noche el presidente argentino, Alberto Fernández, al anunciar que se extiende la cuarentena que expiraba este lunes hasta el 13 de abril.
Horas antes, su gobierno dispuso el congelamiento de los precios de los alquileres y créditos hipotecarios en este caso destinados a vivienda única y la suspensión de los desalojos por falta de pago hasta el próximo 30 de septiembre, mientras que esta noche llegaron 121 médicos argentinos que trabajaban en Europa y se autoconvocaron para volver al país a colaborar en esta emergencia.
Fernández advirtió desde un principio que en su gobierno “entre la gente y la economía, nosotros elegimos la gente”, y esto se advirtió en el decreto que suspende toda ejecución hipotecaria en caso de ser vivienda única. Los alquileres alcanzados por el decreto son los de inmuebles destinados a vivienda única urbana o rural; habitaciones destinadas a vivienda familiar o personal en pensiones, hoteles u otros alojamientos similares; e inmuebles destinados a actividades culturales o comunitarias. En todos los casos la medida abarca a los inmuebles en el caso rural ocupados para pequeñas producciones, cooperativas, Pequeñas y Medianas Empresas, es decir para el sector de población más afectado, y también toma en cuenta exceptuar a los dueños que viven de un alquiler.
Fernández está conforme con el cumplimiento del aislamiento social y aseguró que 94 por ciento de la medida se cumple, y comentó que el aislamiento debe seguir criterios diferentes en los barrios más humildes y las villas miserias comparado con quienes viven en zonas de clase media y en estos casos se podría o promover una “cuarentena de barrio”, porque resulta imposible confinar a la gente dentro de sus casas, que no disponen de comodidades mínimas.
Existe malestar en diversos sectores por la decisión de la empresa Techint que despidió este fin de semana a mil 500 trabajadores. en momentos en que el presidente y su equipo extienden todas las medidas necesarias para proteger en especial a los trabajadores y sectores más vulnerables. Desde Roma el papa Francisco criticó a las empresas que despiden trabajadores en el marco de esta pandemia en una severa crítica a la inhumanidad de este tipo de acciones.
De hecho el gobierno desde el principio de la cuarentena tomó medidas muy precisas para la población de bajos o nulos ingreso, como el llamado sostén económico, a lo que agregó luego el Ingreso Familiar Extraordinario (IFE), un pago único de 10 mil pesos (unos 154 dólares).
La asistencia alimentaria que se refuerza y reforma semana tras semana. Además los comedores escolares continúan funcionando y hay ayuda permanente a los comedores populares, que se multiplicaron partir de que durante el gobierno anterior la pobreza afectó a 40 por ciento de la población, con más de cinco millones de indigencia.
Las medidas también tratan de lograr que la llegada de provisiones hagan posible la menor cantidad de movimientos de los pobladores dentro de los barrios. Como inversión se derivaron fondos a intendentes para que impulsen obras dentro de los barrios.
La Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES) decidió pagar el IFE de diez mil pesos el próximo viernes 3 de abril a los beneficiados por la Asignación Universal por Hijos (AUH) y la Asignación Universal pro Embarazo. Hasta hoy se anotaron cinco millones 300 mil personas para acceder al IFE, superando la cifra prevista pos lo cual se analiza si todas las solicitudes corresponden a quienes realmente estén en condiciones de recibirlo.
El gobierno dispuso el decreto 310 para cobrar esos diez mil pesos para los desocupados, trabajadores informales, monotributistas (categorías mínimas) y trabajadores y trabajadoras de casas particulares para dar cobertura a los sectores más desprotegidos en tiempos de la cuarentena