Cercano colaborador del embajador y Premio Nobel de la Paz, Alfonso García Robles, para la elaboración y posterior firma del Tratado de Tlatelolco (1967) sobre la proscripción de armas nucleares en América Latina, la trayectoria de González Gálvez tuvo luz propia durante los largos lustros que sirvió en Relaciones Exteriores.
Nacido el 11 de julio de 1934 en Toluca, egresó como abogado en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y realizó estudios de posgrado en el extranjero. Ingresó al Servicio Exterior Mexicano en 1960. Recibió nombramiento de embajador en 1975; en 1987 se le designó embajador eminente, y en 1998 alcanzó el rango de embajador emérito.
Asimismo, fue embajador ante Brasil, Japón (1983-1988 y 1992-1994), Corea y Vietnam. También se le designó representante ante la Conferencia de Desarme en Ginebra y fue subsecretario de Relaciones Exteriores.
González Gávez recibió condecoraciones en una decena de países, entre ellos Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.
En su larga trayectoria dentro de la diplomacia mexicana, el embajador González Gálvez fue también un importante funcionario dentro de las oficinas centrales de la SRE: de 1966 a 1972 estuvo asignado a la Dirección General de Organismos Internacionales; director de dicha área de 1971 a 1974, y director en jefe también de la misma de 1975 a 1979. A partir de ese año, y hasta 1983, fue consultor jurídico y subsecretario de Relaciones Exteriores, en una primera fase de 1988 a 1992 ,y nuevamente de 1994 a 1997 cuando ocupó simultáneamente la presidencia de la Comisión de Personal.
Ayer por la mañana, la cancillería mexicana dio a conocer el fallecimiento del embajador emérito González Gálvez, y en su cuenta de Twitter el titular de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, lamentó el deceso del diplomático a quien consideró compañero y amigo, así como un gran mexicano
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Lo ubicó además como “siempre leal a las causas de nuestro país y (a) un mundo mejor. El Servicio Exterior, destacó el canciller, está de luto
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En esa misma red social la cancillería despidió a González Gálvez también como un multiteralista y a las condolencias se sumaron prácticamente todos los actuales funcionarios y las representaciones de México en el exterior, entre ellas la de Estados Unidos, en todos los casos definiéndolo como un diplomático mexicano ejemplar, defensor de las mejores causas de México y guía de varias generaciones del Servicio Exterior Mexicano
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Asimismo, el embajador Carlos de Icaza publicó: se va uno de los más grandes diplomáticos de la República y un entrañable y admirado amigo
, y del mismo modo, se expresó Miguel Ruiz Cabañas, integrante del Servicio Exterior: Uno de mis grandes maestros y mentor en lides multilaterales y japonesas. Grandes iniciativas diplomáticas mexicanas exitosas tuvieron su origen en el talento
de González Gálvez.
Fuentes de la SRE lamentaron que las limitaciones impuestas por la crisis derivada del Covid-19 no permitan definir por el momento si se realizará para el diplomático el merecido homenaje que le querrían rendir sus compañeros al servicio de la diplomacia mexicana.
Al embajador González Gálvez le sobreviven su esposa Carolina Díaz Garduño y su hija Claudia.
Otras condolencias provinieron de organismos como la Agencia pata la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe.
El embajador González Gálvez fue además colaborador regular en las páginas editoriales de La Jornada. Su última colaboración se publicó apenas el pasado 22 de febrero.