West Bloomfield. A medida que explota la incidencia de coronavirus en Estados Unidos, los departamentos de policía ven que la enfermedad infecta a un número creciente de sus efectivos. En esta situación se plantea el interrogante de cómo se puede y debe aplicar la ley durante la pandemia y qué pueden hacer los departamentos cuando el trabajo pone a sus agentes en riesgo elevado de contagiarse.
“No me parece exagerado decir que los agentes tienen miedo en la calle”, dijo el sargento Manny Ramírez, presidente de la Asociación de Policías de Fort Worth.
Casi 690 agentes y empleados civiles en departamentos policiales en el país han dado positivo para Covid-19, según un conteo de Associated Press de esta semana en más de 40 agencias policiales, la mayoría en ciudades grandes. El número de quienes están aislados mientras esperan resultados es mucho más elevado en muchos lugares.
Anticipando una escasez, las academias policiales aceleran el proceso para ofrecer refuerzos. Se han distribuido mascarillas, guantes y enormes cantidades de desinfectante para manos. El pasado de lista y reuniones de empleados se llevan a cabo al exterior, por teléfono o internet. Las oficinas, autos y equipo son limpiados a profundidad apegado a las guías de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Sin embargo, a muchos les preocupa que no sea suficiente. Esta semana, grupos que representan a policías, bomberos, jefes policiales, alcaldes y líderes municipales estadunidenses, le pidieron en una carta al presidente Donald Trump que invocara la Ley de Producción de Defensas para asegurar tener suficiente equipo protector.
La policía está acostumbrada a superar la falta de personal al cancelar vacaciones y permisos de baja, poner a oficiales en horarios de 12 horas por 12 horas y, cuando es necesario, poner a detectives u otros empleados especializados en trabajos de vigilancia.
Y los agentes están acostumbrados al riesgo; es parte del trabajo. Pero cuando les recomiendan a los estadunidenses mantener una distancia de 1,8 metros (6 pies) entre ellos para combatir al virus que sobrevive durante días en las superficies, surgen peligros y ansiedades nuevos.
Las fuerzas policiales estadunidenses jamás han tenido que vérselas con una crisis como ésta, dijo Ed Davis, exjefe de la policía de Boston.
“Estamos en un territorio sin precedentes”, dijo Davis, que era el jefe de la policía en 2013, cuando se produjo el ataque con bomba a la Maratón de Boston.
Con la gente en sus casas, las calles están menos atestadas. Pero la policía debe anticipar la posibilidad de malestar social a medida que crecen el miedo, el descontento con las órdenes del gobierno o la saturación de los hospitales, acotó.
En la mayoría de los casos, los pacientes con Covid-19 sufren síntomas leves o moderados, como fiebre y tos, que desaparecen en dos o tres semanas. Pero en otros, especialmente gente mayor o con enfermedades previas, pueden darse cuadros más graves, incluyendo neumonía o la muerte.