Estamos sumidos en una era de incertidumbre. Un tiempo de amenazas y riesgos globales que enturbian cualquier imagen del porvenir. Hoy tal vez lo más alarmante no sólo es la urgencia de contrarrestar una crisis sanitaria como la que nos aqueja, sino además que se han hecho evidentes nuestros desaciertos como sociedad al momento de gestionar riesgos, peligros y catástrofes globales.
Hay especialistas que desde hace años insisten en la necesidad de que la humanidad aprenda a convivir con el riesgo global. Uno de ellos es Ulrich Beck, quien a propósito de realidades como la actual nos dice que todos los escenarios posibles, aunque sean más o menos improbables, deben tenerse en consideración; por tanto, al conocimiento extraído de la experiencia y la ciencia ahora hay que añadir la imaginación, la sospecha, la ficción y el miedo.
La ficción, en toda su amplitud, es ideal para que la realidad pueda ser pensada, entendida. Y en eso el cine nos ha ofrecido memorables ejemplos para comprender mejor experiencias como la guerra o los desastres naturales. Pienso que no está mal revisar algunas producciones acerca de crisis virales, disponibles al menos ahora en las plataformas de streaming más conocidas, y que arrojen claves para asimilar mejor este parteaguas histórico.
Epidemia (1995): histeria y sobrerreacción
Netflix alberga este filme taquillero de Wolfgang Petersen (Una tormenta perfecta, Troya), con elenco estelar y sobredosis de miedo. Todo se inicia en África, a finales de los años 60, donde un virus mortífero es aplacado pero resurge 30 años después en un pueblo de Boston. Se desatan la histeria y el borlote militar hasta que el inspirado coronel y doctor Sam Daniels (Dustin Hoffman) da con el huésped del virus para que después prodigiosamente se fabrique la vacuna salvadora. En la película se vislumbran las consecuencias más devastadoras en caso de que el virus llegue a propagarse; una decisión predecible de los guionistas para fines del espectáculo. Aunque en el argumento llama la atención cierta resolución insólita que adopta el gobierno estadunidense para erradicar el virus.
Contagio (2011): la predicción no tan ficticia
El filme dirigido por Steven Soderbergh y escritor por Scott Z. Burns bien pudiera llamarse Presagio. Disponible en HBO, describe la crisis por una pandemia originada por un virus surgido en Hong Kong proveniente de un murciélago. El relato abarca globalmente el fenómeno y refleja el estupor de los gobiernos para enfrentarlo, pues se trata de virus desconocido sin protocolo de tratamiento ni vacuna.Entre el drama, la acción y la ciencia ficción, transcurre una historia que muestra la implementación de medidas como el distanciamiento social y advierte sobre problemas colaterales: el saqueo de tiendas, protestas de trabajadores de la salud por carencia de insumos, el sensacionalismo (des)informativo en medios digitales, o bien, el acaparamiento de vacunas que curen brotes infecciosos.
Virus (2019): acción rápida y cohesión social
Esta película india de Aashiq Ab se puede ver el Amazon Prime. Se apoya en una meticulosa investigación de sus escritores Muhsin Parari, Sharfu y Suhas, quienes entrevistaron a más de 100 personas. Se trata de un melodrama con tintes detectivescos apegado al sentimentalismo, pero subraya bien la importancia del sentido de comunidad y trabajo colectivo para prevenir el desastre. Su mensaje puede resultar útil porque nos recuerda que el pánico puede estimular la cohesión social.
Pandemia (2020): el futuro es ahora
Es la primera temporada de esta docuserie de Netflix y su contenido nos viene como jalón de orejas. Especialistas quienes día a día lidian con la contingencia desde el Congo, Estados Unidos, Líbano o India, advierten a lo largo de seis capítulos una y otra vez sobre la llegada de una nueva pandemia, pero nadie quiso escuchar.
Así conocemos a líderes como Dennis Carroll, ex titular de la unidad de influenza pandémica y amenazas emergentes en la Agencia Federal para el Desarrollo Internacional, en Estados Unidos. Encabezó Predict, proyecto que identificó más de 2 mil virus zoonóticos alrededor del mundo y al que la administración de Donald Trump le canceló el apoyo. O bien, a emprendedores como Jake Glanville, bioingeniero con visión que junto con su equipo busca dar con una vacuna universal (Centivax) que consiga anular todos los tipos de influenza.
También se habla de que nuestra necesidad alimenticia nos hace partícipes del surgimiento de estos virus letales, en su mayoría provenientes de los animales. A medida que crecemos mundialmente en población requerimos más cantidad de ganado, eso hace más propicio el brote de nuevos virus. Y entre lo más delicado está la indolencia de los gobiernos por invertir en las instituciones de salud, así como la insuficiencia de recursos e instituciones en todo el mundo para atender una pandemia, algo hoy muy evidente.
Cuando se trata de epidemias, el cine tiende a exaltar la paranoia y la fatalidad, pero también nos ayuda a visualizar escenarios posibles en esta sociedad de riesgos globales. Nos recuerda la oquedad de nuestro mundo descoyuntado en el que para nada estamos seguros. Y no parece especular demasiado al cifrar en imágenes la manifestación temible de lo temido: la catástrofe y el ensombrecimiento del futuro.
Twitter: @kromafilm