Denver. El posponer los Juegos Olímpicos de Tokio ha llevado ya a una crisis en varias organizaciones deportivas de Estados Unidos, que son el eje de la delegación que este país envía cada cuatro años a las justas.
Al menos una de las organizaciones ha comenzado ya con los despidos y otras se encuentran desesperadas por mantener su solvencia. Algunas esperan que bajen sus ingresos por falta de cuotas de sus miembros, mientras que otras se tambalean debido a la cancelación de unos 8 mil eventos, entre todos los deportes.
De acuerdo con la base de datos consultada por The Associated Press se esperan pérdidas de ingresos por más de 121 millones de dólares entre febrero y junio para 43 de las 50 organizaciones rectoras del deporte.
Esas federaciones respondieron a una encuesta del Consejo de Organizaciones Rectoras Nacionales (NGB), acerca del impacto de la pandemia de coronavirus.
Sin incluir a la Asociación de Tenis de Estados Unidos -que obtiene grandes ingresos con el US Open- la NGB en circunstancias normales percibe anualmente cerca de 685 millones de dólares.
En contraste, la NFL y la NBA sumaron ingresos cercanos a los 8 mil millones de dólares cada una durante sus campañas anteriores. La mitad de las federaciones deportivas trabaja con personal reducido y con ingresos no superiores a los 5 millones de dólares anuales.
El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) rompió con la costumbre y optó por no solicitar un seguro ante posibles pérdidas. En su lugar decidió autoasegurarse.
Se espera que el déficit se pague de un fondo que se creó tras las ganancias de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984.
El USOPC dice que las pérdidas entre todos los deportes podrían ir de 600 a 800 millones de dólares. Una parte de estas pérdidas puede recuperarse si los Juegos Olímpicos continúan como se espera, en 2021. Pero mantenerse financieramente saludables hasta ese momento no será fácil para las federaciones más vulnerables.
“No he escuchado a nadie decir que las NGB se van a ir a la bancarrota”, dijo Max Cobb presidente de la Federación de Biatlón y quien es además el líder del Consejo de las NGB. “Pero el colchón de las NGB es insuficiente para absorber todas las pérdidas. Todos tienen un modelo de ganancias y gastos muy ajustado y pocos tienen ahorros”.
La Federación de Ciclismo, una organización de medio nivel con ganancias anuales de cerca de 15 millones de dólares, despidió a ocho de sus 70 trabajadores. La Federación de Rugby, que tuvo ganancias de 14 millones en 2017 ya estaba tambaleándose y está más cerca de la bancarrota debido a la incertidumbre por los olímpicos.
El USOPC recientemente envió una carta al Congreso, para pedir 200 millones de dólares, como parte del paquete de ayuda de 2 billones que fue aprobado por los Representantes el viernes. Este dinero, dijeron, sería utilizado para apoyar a cerca de 2 mil 500 atletas y ayudar a las NGB y sus 4 mil 500 empleados.
La petición fue rechazada -el gobierno federal tiene un largo historial de no dar apoyo financiero a los olímpicos- aunque Cobb está motivado por el hecho de que organizaciones sin fines de lucro como las NGB podrían ser elegibles para ciertos préstamos como parte de paquete de estímulos de 343 mil millones llamado “Programa de Protección de Salarios”.