Ginebra. La alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, pidió ayer de manera urgente la reducción del número de presidiarios en el mundo para evitar que la pandemia cause estragos en las cárceles, generalmente sobrepobladas, al tiempo que una juez británica negó al activista Julian Assange la excarcelación que solicitó por temor a contagiarse del Covid-19, pese a su grave estado de salud.
En este contexto, indocumentados detenidos en Estados Unidos con enfermedades que los hacen vulnerables al contagio del coronavirus presentaron, por conducto de la Unión Estadunidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), un recurso ante una corte federal para exigir su liberación de las cárceles migratorias.
Bachelet exhortó a gobiernos y autoridades competentes a trabajar para reducir la cantidad de detenidos
, liberando por ejemplo a los reclusos de mayor edad y a aquellos que están enfermos, así como los que presentan un riesgo menor
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La pandemia de Covid 19 ha comenzado a golpear las prisiones y los centros de detención de inmigrantes, al igual que los hospitales siquiátricos, y amenaza con provocar una devastación entre esas personas en extremo vulnerables
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Bachelet subrayó que algunos países ya tomaron acciones positivas
, como Etiopía, que anunció la amnistía y liberación de 4 mil reos.
En tanto, colegas de Assange en Wikileaks aseguraron que el rechazo de la Corte de Magistrados de Westminster a permitir su libertad cautelar debido a la pandemia del coronavirus, pone en peligro la salud y la vida del fundador del portal que hace una década filtró cientos de miles de documentos clasificados del Pentágono y el Departamento de Estado.
Para el director del medio digital, el islandés Kristinn Hrafnsson, la juez que preside el caso, Vanessa Baraitser, no ha hecho justicia
con esta decisión barbárica
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Assange, quien estuvo años refugiado en la embajada ecuatoriana en Londres y ahora está en la prisión de Belmarsh, enfrenta un pedido de extradición de Estados Unidos, y la Organizacion de Naciones Unidas ha señalado su delicado estado de salud.
En San Francisco, California, la ACLU presentó una demanda firmada por una docena de detenidos que argumenta que en las condiciones de hacinamiento e insalubridad en las que no es posible el distanciamiento social
son más susceptibles a contraer este virus que ya mató a más de 800 personas en el país.
Diabetes, hipertensión, asma, colesterol alto y hasta tuberculosis son algunas enfermedades que los demandantes padecen y, aseguran, los hacen susceptibles a contraer el nuevo coronavirus.