Ciudad de México. Como parte de la alerta sanitaria, el presidente de la Cámara de Comercio (Canaco) de la Ciudad de México, Nathan Poplawsky, exhortó a los empresarios a guardar cautela y no entrar en pánico, dado que se trata de una circunstancia preventiva y transitoria. Asimismo, los llamó a ser comprensivos y solidarios con su personal.

Respecto a la tendencia de las ventas, el dirigente empresarial comentó que “en la capital las pérdidas económicas suman cuatro mil 189 millones de pesos y se han ido incrementando día con día”.

“Mientras entre el 20 y el 22 de marzo las pérdidas ascendieron a mil 908 millones de pesos, el pasado lunes, cuando entraron en vigor las medidas de cierre de cines y otros centros de entretenimiento, las pérdidas ascendieron a mil 131 millones de pesos. Tan solo las de ayer se estiman en mil 150 millones”, explicó.

Las pérdidas más significativas se registran en los giros restauranteros con 68 por ciento; los centros nocturnos, bares, cantinas y similares con 100 por ciento y el hotelero con 82 por ciento.

Perfumería y joyas registran pérdidas de 53 por ciento, el sector automotriz 45 por ciento, papelerías 35 por ciento; ropa y calzado 25 por ciento; Ferreterías y tlapalerías 22 por ciento; tiendas departamentales 21 por ciento y abarrotes 4 por ciento.

El 80 por ciento del empleo en México es generado por pequeñas y medianas empresas, por lo que es necesario que se implemente un programa de apoyos directos a fin de garantizar la conservación del empleo, de lo contrario, 20 por ciento de los mismos está en inminente riesgo, mencionó.

“Sin duda, las decisiones que tome el gobierno serán cruciales para revertir, o no, las afectaciones económicas y al empleo y subrayó que las economías que tomen las decisiones para preservar la planta laboral y las cadenas productivas, serán las primeras en superar la crisis económica”, explicó.

Tras ratificar el compromiso del sector con el abasto y suministro de alimentos y bienes de primera necesidad para el Valle de México, recomendó a los empresarios del comercio, servicios y turismo que hayan decidido mantener abierto su negocio que atiendan las medidas señaladas por la autoridad para evitar contagios y sean especialmente cuidadosos con la higiene de mostradores y otras áreas de atención al público, con el objeto no sólo de garantizar su propia salud, sino también la de su personal y la del público consumidor.