Ciudad de México. La entrada en la fase 2 de propagación del Covid-19 provocó ayer el cierre de algunos negocios; una escasa afluencia de personas a restaurantes, fondas y establecimientos en general, y una reducción de vehículos en circulación, viéndose las calles del Centro Histórico vacías.
El miedo a contagiarse, la suspensión de labores, el home office o el despido provocaron que decenas de personas se resguardaran con sus familias en casa y únicamente piensen en salir para adquirir comida o medicamentos, de ser necesarios, señalaron entrevistados.
Los empleados de restaurantes, fondas, comida rápida, cafeterías y heladerías ubicadas en las calles o avenidas de Madero, Isabel la Católica, Bolívar, Juárez, 5 de Mayo, 16 de Septiembre o Independencia invitaban ayer a la gente a pasar, sin éxito.'
Pese a no existir una disposición oficial, restaurantes del corredor Roma-Condesa también comenzaron a bajar sus cortinas ante la ausencia de comensales, y los que se mantienen abiertos se ven desiertos, utilizando como alternativa para sobrevivir el servicio a domicilio.
A lo largo de avenidas como Tamaulipas, Nuevo León, Amsterdam, Álvaro Obregón e Insurgentes, la escena es la misma: terrazas vacías y meseros apostados en las entradas, sin nada que hacer.
Nos vamos a mantener abiertos, a ver cuánto aguantamos, contaron los empleados de hamburguesas Kelly’s, ubicado sobre Insurgentes, donde se canceló el servicio en el restaurante y se ofrecen los alimentos para llevar con amplias medidas de higiene.
Otros no han logrado sortear el confinamiento domiciliario que replegó a gran parte de los capitalinos y ha dejado las calles sin los oficinistas, como la taquería Frontera, en Álvaro Obregón, que está con sus mesas apiladas. El restaurante del Hotel Roosevelt colocó, desde el inicio de la semana, un letrero en el que avisa a sus clientes que ante la contingencia por la crisis sanitaria se mantendrá cerrado hasta fines de este mes.