Ciudad de México. El sector privado no se ha levantado de la mesa, aunque sí existe una molestia tras la decisión de no continuar la planta cervecera de Constellation Brands en Mexicali, aseguró la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), agrupación que puso en duda la llegada de más llegada de capitales al país tras este hecho.
Enoch Castellanos Férez, presidente del organismo empresarial, rechazó la consulta organizada en Baja California para decidir la construcción de la planta que lleva un 70 por ciento de avance. Consideró que la inversión de mil 400 millones de dólares se ve amenazada por “el egoísmo y los cálculos electoreros de unos pocos que se oponen al beneficio de la mayoría.”
Tras este hecho consideró que es probable que no se vayan capitales del país, pero consideró que muchos inversionistas pensarán en traer más inversiones a México.
El dirigente empresarial defendió que la inversión de Constellation Brands se ha apegado a la legalidad y que incluso solo iba a disponer del 0.2 por ciento del agua de esa ciudad, por lo que no se pone en riesgo el abasto del líquido para los habitantes de la región.
Destacó que la libertad de empresa no se puede someter a consulta, como tampoco el estado de derecho, por lo que el sector industrial pidió a gobierno federal y al del estado de Baja California exista certeza jurídica, pues cancelar la inversión privada también “atenta” contra las empresas ya establecidas.
Consideró que se utilizaron “engaños” durante el proceso, pues hubo reuniones de la compañía con autoridades para solucionar el problema.
Señaló que es un momento crucial para generar confianza y mantener la planta productiva. Insistió que no se debe ahuyentar al capital.
Cuestionado sobre si el sector privado y el gobierno federal tienen un distanciamiento, Catellanos Férez comentó que hay una molestia del empresariado, que incluso se ha trasladado a los trabajadores.
Calificó que haber llamado a vota en medio de la una emergencia sanitaria fue acto “mezquino”, porque no hubo una sensibilidad social, ya que al menos se debió diferir.
Destacó que no solo se trata de la inversión de Constellation Brands, sino de otras que se hicieron alrededor de la planta que se construye, pues también se edificaron hoteles, se ampliaron otras fabricas productoras de botellas que proveerían a esa industria, además de la inversión de autotransportes que hicieron empresas de carga de mercancías.
Agregó que, sin el contexto de la contingencia, se estima que el impacto a la economía será de un punto porcentual del producto interno bruto (PIB).
Mencionó que es probable que la compañía tenga una estrategia legal e incluso recurra al marco establecido en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) que aún sigue vigente, específicamente para defender las inversiones extranjeras que se hacen el país.
Añadió que esta obra no se trata de una obra pública como lo fue el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), sino inversión privada que impacta en particulares. “Se está cruzando una línea que no debemos aceptar por el bien del país”.
