Berlín. El gobierno alemán adoptó este lunes un conjunto de medidas por cientos de miles de millones de euros, inédito desde la Segunda Guerra Mundial, para atenuar la contracción económica que prevé rondará el 5% debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Este paquete prevé ayudas masivas a la empresas y los asalariados, por los cuales Alemania va a contraer nuevas deudas por 156.000 millones de euros, según el texto de ley decidido por el consejo de ministros y que debe ser avalado por el parlamento esta semana.
Alemania, la mayor economía europea, decidió para ello suspender sus restricciones constitucionales de endeudamiento, indicó el ministro de Finanzas, Olaf Scholz.
"Estamos mostrando desde el inicio que lucharemos con todas nuestras fuerzas contra esta crisis ocupándonos de las cuestiones sanitarias para nuestros ciudadanos o de la actividad económica en el país", dijo Scholz en una conferencia de prensa en Berlín.
Es la primera vez desde 2013 que Alemania, que es uno de los países de Europa más ortodoxos en materia presupuestaria, debe recurrir al endeudamiento para cerrar su presupuesto federal.
Desde entonces ha acumulado superávit presupuestarios y siempre se ha fijado como norma política el "cero déficit".
"Vamos a hacer todo lo necesario para defender a las empresas y los empleos", subarayó Scholz.
Las empresas alemanas, muy exportadoras, se ven especialmente afectadas por las medidas de las restricciones establecidas en los países para frenar la propagación de la pandemia.
El paquete de ayuda prevé una capacidad de millonarios préstamos garantizados por el Estado para ayudar a las empresas a resolver sus dificultades de tesorería y a reforzar su capital.
Durante la rueda de prensa, el ministro de Economía, Peter Altmaier, dijo que se prevé para 2020 una contracción económica de alrededor del 5% por el impacto de la pandemia.
"Esperamos un descenso de la actividad económica (este año) y será al menos tan alta como en 2008-2009" cuando el Producto Interior Bruto alemán disminuyó un 5%, dijo el ministro.
Antes de la crisis, el gobierno esperaba un crecimiento del PIB del 1,1% para este año.