Ciudad de México. Este sábado, integrantes del colectivo #24F Coalición Vida y Libertad de Julian Assange realizaron una marcha del Palacio de Bellas Artes al Templo Mayor para exigir la liberación del fundador de Wikileaks, cuyo estado de salud física y sicológica está pasando por momentos críticos, debido al aislamiento extremo en el que ha estado por casi un año.
Edith Cabrera, integrante de la organización civil, subrayó que los grupos que siguen de cerca el tema de la integridad de Assange están muy preocupados por el hecho de que el activista australiano ha estado durante más de 11 meses en un régimen de confinamiento excesivo que puede exponerlo a contraer cualquier enfermedad, incluido el Covid-19.
“Ya estaba muy mal, y en la primera parte del juicio de extradición dicen sus abogados que lo vieron muy pálido. El relator especial de Naciones Unidas contra la tortura, Nils Melzer, y otros expertos, ya le presentaron una carta al juez en donde le solicitan que no lo tengan encerrado en una jaula de cristal, con permiso para caminar sólo 30 minutos al día”, afirmó.
Cabrera señaló que, según testimonios de las últimas personas que pudieron hablar con Assage, éste afirmó que se encontraba en “un lugar muy oscuro” en el cual pensaba que estaba “perdiendo su mente”, lo cual es producto de las condiciones injustificables en las que se le mantiene, con el argumento de que se trata de una persona peligrosa.
“A Julian lo registraron dos veces totalmente desnudo y lo han cambiado cinco veces de celda. Lleva 10 años fuera de la luz solar, sin aire fresco, sin ejercicio adecuado. Por ocho años, estuvo en la embajada ecuatoriana en un cuarto de 3.5 por dos metros: la mitad era su cama y la otra mitad, su oficina. Lleva once meses en aislamiento y eso muestra la barbarie del gobierno de Estados Unidos”, enfatizó.
Sin embargo, la activista dijo confiar en que en los meses siguientes se logre frenar la extradición de Assange a Estados Unidos, invocando un tratado que impide ese acto cuando es motivado por razones políticas, y tomando en cuenta los actos de espionaje de los que fue víctima cuando se encontraba en la embajada ecuatoriana en Londres.
“Él no ha cometido delito alguno y no es peligro para la sociedad; es un periodista valiente que se atrevió a exponer verdades y eso debería de ser suficiente para defenderlo. No se trata sólo de Assange, sino de los motivos por los que él lucha: contra la guerra, por todos los civiles muertos, por la libertad de expresión y contra el espionaje masivo. Debemos decir basta a este maltrato y a su extradición”, recalcó.