Ciudad de México. La agencia Standard & Poors (S&P) bajó la calificación de la aerolínea mexicana Aeroméxico, por lo que esta pasó de B+ a BB- y colocó en revisión especial negativa, debido a la menor demanda de sus servicios por el avance de la pandemia del coronavirus.
La calificadora detalló que dicha acción se explica por las afectaciones en sus ingresos derivado de la baja en vuelos, impacto que también se observará en la menor generación de flujo de efectivo, lo que derivará en indicadores crediticios más débiles en este año con respecto a las expectativas previstas con anterioridad.
La importancia de contar con una nota alta radica en que a mejor calificación, el costo de financiamiento para una empresa o gobierno se reduce.
Destacó que si bien Aeroméxico ha tomado medidas para subsanar el impacto de la reducción en la demanda de transporte aéreo mundial, S&P estimó que es poco probable que pueda mitigar en su totalidad el impacto en el flujo de efectivo por la menor demanda de viajes.
Por dicha razón observó una creciente probabilidad de que la generación de flujo de efectivo se debilite y el apalancamiento se mantenga elevado para este año.
Así, este viernes S&P bajó la calificación de Grupo Aeroméxico S.A.B. de C.V. de B+ a BB-, mientras que la calificación de deuda de Aerovías de México S.A. de C.V. también corrió la misma suerte.
Si bien mantuvo la calificación de recuperación de 4 de la deuda, colocó todas las notas en revisión Especial con implicación negativa, es decir, al estar en ese nivel refleja la incertidumbre sobre el alcance del impacto negativo del Covid-19 en la industria aeronáutica, sobre todo para la aerolínea mexicana.
-Debilidad-
La calificadora consideró que Aeroméxico ya se encontraba en una situación débil para afrontar nuevos desafíos ante condiciones de mercado deprimidas, así como una menor demanda.
Dijo que ello haría que el apalancamiento de la empresa aumente significativamente y su liquidez se verá limitada, pese a los beneficios de la reducción del precio de los combustibles.
Recordó que hasta el 29 de febrero pasado, el número de pasajeros internacionales habían cayó 11 por ciento frente al mismo periodo de 2019, mientras que la cantidad de viajeros locales se redujo un punto porcentual.
Además, la empresa aún mantiene seis aeronaves B737-8 MAX en tierra, lo cual afecta el crecimiento de la empresa y se traduce en una presión adicional en el desempeño operativo y financiero.