Ciudad de México. Entrada una etapa más aguda del Covid-19 en América Latina y México, el Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió un “impacto profundo” en la economía de la región. “La recuperación que esperábamos hace unos meses no ocurrirá y un 2020 con crecimiento negativo no es un escenario improbable”, advirtió Alejandro Werner, analista del organismo para América.
México se verá afectado por una desaceleración en Estados Unidos, que repercutirá en menos inversión extranjera directa, baja en flujos de turismo y monto de remesas. Los brotes locales “tensarán la actividad económica en el próximo trimestre y agravarán las condiciones comerciales ya inciertas”, agregó.
El organismo aún no ha hecho públicos estimados de crecimiento por el efecto del Covid-19. Semanas atrás, Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, destacó que lo impredecible del brote aún no hace posible ninguna proyección. No obstante, Werner adelantó que el contexto externo y medidas internas “perjudican gravemente las perspectivas económicas” de América.
El cierre de fronteras, escuelas y otras medidas de distanciamiento social que detienen la actividad económica se dan simultáneas a la desaceleración mundial y la interrupción de las cadenas de suministro, la depreciación en materias primas que se comercializa, la contracción del turismo y el endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.
A la par,“el aumento resultante en los costos de endeudamiento (en América Latina) expondrá las vulnerabilidades financieras que se han acumulado durante años de bajas tasas de interés”.
Werner agregó que en general los servicios serán los primeros afectados, pero hay particularidades por subregión. En América del Sur son las exportaciones afectadas por precios bajos y menor demanda; en el Caribe, el turismo por restricciones y "el factor miedo", como remanente de la pandemia.
Agregó que la prioridad debe se al sistema de salud; pero hay países que requieren apoyo de la comunidad internacional para evitar una crisis humanitaria. No es el caso de México que se considera entre los mejores preparados de la región; Guatemala, El Salvador, Belice y Guyana son los más vulnerables.
Sostuvo que en orden de proteger a la población, los gobierno deben sacar fondos para la emergencia, como ya lo han hecho Argentina, Brasil, Colombia y Perú con transferencias de efectivo, subsidios salariales y eliminación de impuestos para ayudar a los hogares y negocios afectados a enfrentar esta parada temporal y repentina en la producción.
Y en el caso de los bancos centrales deben garantizar liquidez a instituciones financieras para préstamos a pequeñas y medianas empresas, y en general a las autoridades a una “tolerancia regulatoria temporal” de reglas que se construyeron a propósito de la crisis de hace 10 años.