Ciudad de México. Si bien varios países restringieron el acceso a su territorio, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, desestimó la eficacia del cierre de fronteras para contener el avance del Covid-19, pues no existe evidencia científica que lo corrobore, y esa medida obedeció en algunos casos a la presión social. Tras ratificar que está vigente la fase 1 de la emergencia, proyectó que la duración de la epidemia en México, en su etapa intensiva, será de al menos 12 semanas.
Es lo que que duró en China, llegó a un punto máximo más o menos a la mitad de esas semanas y luego empezó a descender, no necesariamente por las medidas de contención extremas que se tomaron
, expuso López-Gatell. Ese es el escenario mínimo que se espera en México, aunque, por las características diversas de los países, en algunos casos podría prolongarse más porque se registrarían repuntes secundarios.
Para el presidente Andrés Manuel López Obrador el plan aplicado en México ha dado resultados y va de acuerdo con lo que se estimó desde el principio; estamos todavía en la primera, preparando la segunda
. Pidió que ahora que los niños van a estar de vacaciones anticipadas
–suspensión de clases, según definición de la Secretaría de Educación Pública– se aproveche para tener mayor contacto familiar y fortalecer valores.
El mandatario insistió en su llamado a la prudencia, porque si hay desinformación y rumores se genera un pánico que afecta. No podemos adelantar vísperas, debemos actuar con serenidad y no dejarnos manipular, que la gente nos ayude en eso, tenemos el apoyo de los ciudadanos, que es lo más importante. Vamos a enfrentar la epidemia
.
Durante la conferencia de prensa, López-Gatell explicó las decisiones que se han adoptado, al tiempo que minimizó la eficacia de acciones que emprendidas por otros países, como el cierre de fronteras. No existe una demostración científica que ilustre que en la era moderna cerrar las fronteras sirva de algo una vez que existe transmisión al interior de los países y tampoco necesariamente para impedir que los estados puedan adquirir las enfermedades infecciosas
.
El subsecretario manifestó que el impacto actual de la epidemia a escala mundial, en números gruesos, no representa más de 0.001 por ciento de la población de cada país. Esto no quiere decir menospreciar las implicaciones de la epidemia, pero si ponerla en su justa dimensión
.
Ante la situación del Covid-19 en el mundo, se ha entrado en una fase de enorme desconcierto social, de sus liderazgos políticos y se están adoptando diversas decisiones que, si se hace un análisis cuidadoso y frío, se da cuenta que guardan poca relación con las reflexiones de sus comunidades científicos y técnicas
. En varias regiones del mundo, instituciones de prestigio parecieran sucumbir ante la presión de esta dinámica sociopolítica
.
Reiteró las tres fases que se espera de la epidemia: importación viral, con decenas de casos hasta la primera generación de contacto; transmisión comunitaria, con cadenas de contagio con centenares de infectados, y transmisión diseminada, donde ya no es posible la trazabilidad de los contagios.
Finalmente, molesto por las reacciones ante sus declaraciones del lunes, la mayoría, indicó, insertas en la agenda política, pero también de críticas de personas muy autorizadas, demandó centrarnos en lo técnico
, pues le fue encomendada la conducción técnica de la epidemia. Que se me vea como un funcionario técnico, que es lo que soy, y no se me trate de llevar a la esfera política
.