Ciudad de México. De no tomarse medidas por la contingencia provocada por el Covid-19, el sector secundario puede terminar el año con una caída de 3.5 por ciento, cifra que duplicaría el resultado obtenido en 2019, estimó la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).
El organismo dirigido por Francisco Cervantes Díaz, señaló que la pandemia ha afectado a empresas manufactureras establecidas en el país, principalmente al sector automotriz, equipo y maquinaria eléctrica, equipo electrónico y sus componentes, equipo de cómputo y sus componentes, industria textil y del vestido, productos químicos, farmacéutica, productos metálicos y maquinaria y equipo.
Detalló que esto se debió por el cierre de parcial o total de algunas de las regiones manufactureras más importantes de China, lo cual impactó a las cadenas globales de valor de las que México forma parte.
Indicó que que los efectos del coronavirus pueden profundizar la situación de la industria en México, la cual lleva 16 meses en recesión.
Explicó que algunos sectores verán mayores afectaciones como es el caso de la industria alimentaria con los cambios en el etiquetado; la construcción con la falta de inversión pública; el bloqueo de carreteras y líneas ferroviarias que afectan a todo el sector; la falta de pago oportuno a proveedores e inseguridad; la textil, vestido, calzado y acero con la competencia desleal; y la farmacéutica con el retraso en la aprobación de procesos por parte de la entidad regulatoria.
Consideró que es preciso un acuderdo nacional en el que tomen acciones en política fiscal como la depreciación acelerada de activos, negociar con las entidades federativas la reducción del impuesto sobre la nómina, la deducibilidad al 100 por ciento de las prestaciones laborales y finalizar cualquier medida unilateral de presión fiscal.
En política monetaria consideró que es necesario garantizar la liquidez de la economía y reducción de las tasas de interés, aumentar el financiamiento de la banca de desarrollo a sectores estratégicos.
Destacó que es imperante terminar con los procesos que inhiben el desarrollo de sectores como la industria farmacéutica, un programa de inversión en construcción con la totalidad de contenido nacional y otro de energética con al menos 50 por ciento de contenido nacional, ejercer el gasto público y hasta posponer medidas como el etiquetado que se aplicará a alimentos y bebidas por lo menos tres años.