Madrid. El rey Felipe VI, jefe del Estado español, anunció ayer de manera sorpresiva que decidió renunciar a la herencia de su padre, el rey emérito Juan Carlos de Borbón, a quien además le retiró la asignación pública que le correspondía por su condición, y que asciende a 194 mil euros anuales, según medios de comunicación locales.
Es un gesto que confirma la ruptura total con su antecesor, a quien todavía rindió homenaje hace dos años con motivo de su cumpleaños 80, pero sobre todo con las turbias maniobras financieras que han llevado a la justicia a investigar varios fondos multimillonarios en paraísos fiscales que presuntamente provienen de actos de corrupción.
Con la finalidad de preservar la ejemplaridad de la corona
señaló la casa real en un comunicado, el monarca anunció su decisión de renunciar a la herencia que personalmente le pudiera corresponder
.
Sobre el ex jefe de Estado, retirado de la vida pública desde 2019, recaen desde hace años sospechas de poseer una fortuna opaca, sobre todo derivada de sus lazos con las monarquías del Golfo.
En plena crisis por la pandemia del Covid-19, la casa real dio a conocer una de las decisiones más importantes de los últimos años en la institución: la desvinculación del actual monarca español con las actividades y prácticas de su padre, quien además de heredarle el trono también le había destinado una importante suma de dinero en un paraíso fiscal, que medios de comunicación españoles estiman en 65 millones de euros.
El origen de esa fortuna podría ser, según los indicios que tiene la justicia, la operación de construcción y ejecución de la obra del tren de alta velocidad a La Meca, en una operación que asumieron compañías españolas gracias a la intermediación del rey emérito y, por lo que se investiga ahora, a cambio de una comisión multimillonaria.
Hace apenas unas semanas se dio a conocer que la Fiscalía de Suiza investigaba el supuesto pago de una comisión de 100 millones de euros del rey de Arabia Saudita por la construcción del tren de alta velocidad.
El detonante de la renuncia a la herencia y la retirada de la asignación fue la confirmación de que el beneficiario del fondo, adscrito bajo la titularidad de la Fundación Lucum, era precisamente el rey Felipe VI, quien también aparece como beneficiario de la Fundación Zagatka.
La decisión del actual monarca se conoce luego de varias revelaciones de prensa en las últimas semanas.
El diario suizo Tribune de Gèneve publicó a principios de marzo que Juan Carlos recibió, en 2008, 100 millones de dólares del rey Abdalá bin Abdulaziz, de Arabia Saudita, en una cuenta en Suiza de una fundación panameña.
El periódico británico The Daily Telegraph publicó antier que Felipe VI también era beneficiario de esa fundación.
En el comunicado, la casa real indicó que Felipe VI, quien recibió la corona luego de que su padre abdicó en 2014 tras una serie de escándalos, tuvo conocimiento en marzo de 2019 por un bufete de abogados de su supuesta designación como beneficiario
de esa fundación.
Pero como no tenía conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que mencionaba
esa comunicación, pidió a su padre dejar sin efecto tal designación y en abril pasado manifestó ante notario que no aceptaría participación o beneficio alguno en esa entidad.
Felipe VI aseguró además desconocer por completo su supuesta designación como beneficiario
de otra fundación que, según la prensa, habría financiado vuelos en jets privados para Juan Carlos por millones de euros.
Según el comunicado, Juan Carlos reconoció que en ningún momento facilitó información
al rey sobre estas fundaciones.
Este es el segundo gran escándalo en el corto reinado de Felipe VI, quien asumió el cargo hace seis años, luego de que Juan Carlos de Borbón abdicó entrampado en una serie de bretes, como el que lo obligó a ofrecer disculpas por haber ido a cazar elefantes a África con su amante Corinna zu Sayn-Wittgenstein, en Bostuana, en plena crisis económica del país.
El primer escándalo que golpeó a Felipe VI fue la trama, también de corrupción, en la que estuvo involucrado su cuñado Iñaki Urdangarin, quien fue condenado a seis años de cárcel por varios delitos, incluidos cohecho, blanqueo de capitales, enajenación de recursos públicos y malversación de millones de euros donados por organismos públicos a una fundación que él presidía.
El partido de izquierda y abiertamente republicano Unidas Podemos aseveró que exigirá responsabilidades y una investigación en la sede parlamentaria tras la decisión de Felipe VI de renunciar a la herencia de su padre, pero subrayó que en este momento la prioridad de España es luchar contra el Covid-19.
El partido del vicepresidente del gobierno, Pablo Iglesias, considera de gravedad
las informaciones sobre las finanzas de Juan Carlos de Borbón y el anuncio del rey de renunciar a la herencia de su padre, reportó Europa Press
El pueblo lucha ahora contra el Covid-19. Cuando toque, deberá conocer toda la verdad y ejercer los derechos soberanos que le corresponden
, resaltó Unidas Podemos.
La semana pasada, el Congreso de los Diputados de España rechazó abrir una investigación parlamentaria sobre las sospechas de blanqueo de dinero contra el rey emérito, quien goza de inmunidad durante sus años como jefe de Estado (noviembre de 1975-junio de 2014), y a quien se le reconocer su papel para frenar un golpe militar en 1981, convirtiéndose en artífice de la transición democrática al término de la dictadura de Francisco Franco (1939-1975). Esa indagatoria fue exigida por Podemos.
(Con información de Afp)