Ciudad de México. La unidad global es necesaria y urgente para prevenir potenciales efectos negativos del COVID19 sobre la vida y salud de los niños y niñas migrantes y refugiados, y aquellos que viven en condiciones de pobreza, advirtió la organización humanitaria World Vision, tras la declaratoria de pandemia, por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los especialistas en materia sanitaria de World Vision están urgiendo a los gobiernos no solo enfocarse en sus ciudadanos, los negocios, el comercio y los viajeros, sino también a extremar medidas en favor de aquellos países pobres afectados por conflictos sociales y pobreza, en donde el contagio del COVID-19 puede tener efectos aún más severos.
El Presidente World Vision Internacional, Andrew Morley señaló que “la declaración de pandemia por parte de la OMS es una señal que nos llama a trabajar conjuntamente y a escalar una respuesta internacional.
Mientras la mayoría de los países y ciudadanos se enfocarán en su protección, no debemos olvidar a los niños y niñas que viven en condición de refugiados y migrantes, forzados por los desplazamientos, donde el acceso a servicios médicos y a atención oportuna es limitado”, dijo. Nuestra preocupación primordial es la niñez, que ya ha sido severamente afectada en Asia por el cierre de sus escuelas y las pérdidas en los medios de ingreso familiar, además de la presión sobre sus sistemas de salud”, añadió.
Los especialistas en salud de World Vision han expresado su profunda preocupación ante la vulnerabilidad de las poblaciones afectadas por desplazamientos masivos de población, como el proveniente Venezuela y que irradia naciones vecinas, y las poblaciones desplazadas por los conflictos en el Medio Oriente y la expulsión de refugiados Rohingyas a Bangladesh, por ejemplo.
“COVID-19 es un patógeno altamente contagioso y de alta transmisibilidad en contextos con problemas de higiene y sanidad, donde prevalecen aglomeraciones de población y donde el monitoreo sanitario es débil”, afirmó Tom Davis, Líder Global en material de Salud y Nutrición de World Vision.
Mientras que en países ricos la media de camas hospitalarias oscila entre dos y 12 por cada 1.000 habitantes, en los países pobres ésta tasa cae a una cama hospitalaria por cada 10.000 habitantes.
Davis también advirtió el efecto dominó que la pandemia puede tener sobre la niñez, cuando los cuidadores pierden medios para generar ingresos –debido a las restricciones sanitarias- y debido a la interrupción de los procesos educativos. Davis llamó a no descuidar los servicios salud para niños y niñas, en virtud de atender poblaciones adultas vulnerables.
World Vision está uniéndose al llamado de la Organización de Naciones Unidas por US$61,5 millones para frenar la pandemia del COVID-19.