Seúl. Tras registrar una oleada de contaminaciones, Corea del Sur logró reducir de manera significativa el número de nuevos casos de Covid-19 al mismo tiempo que conservó al parecer una tasa de mortalidad relativamente baja.
El miércoles, Corea del Sur registraba 7 mil 755 casos confirmados, lo que hace de ella el cuarto país más afectado. Pero el número de nuevos casos se redujo considerablemente, y solo 60 personas han muerto hasta ahora.
¿Hace esto de Corea del Sur el modelo a seguir en la lucha contra la epidemia?
¿Como gestionó la epidemia?
Contrariamente a China que escogió confinar a millones de personas, Corea del Sur adoptó una estrategia que combina información al público, participación de la población y una campaña masiva de pruebas.
Los allegados de todas las personas contaminadas son buscados de manera sistemática antes de proponerles hacerse una prueba.
Los desplazamientos de los enfermos antes de ser diagnosticados positivos son rastreados a través de imágenes de videovigilancia, utilización de su carta bancaria o de la situación de su teléfono celular, y luego publicados. Son enviados sms a las personas cuando un nuevo caso es detectado cerca de sus casas o de su trabajo.
Esta estrategia levantó interrogantes evidentes sobre la protección de la vida privada. Pero condujo a muchos a hacerse las pruebas.
Corea del Sur realizó más pruebas que cualquier otro país, a un ritmo de unos 10 mil por día, lo que posibilitó enfrentar muy temprano los focos de infección.
¿Cómo Corea del Sur hizo tantas pruebas?
El miércoles, el número total de pruebas efectuadas era de 220 mil. El país tiene 500 clínicas habilitadas para realizarlas, entre ellas unas cuarenta clínicas ambulantes, para reducir los contactos entre enfermos potenciales y trabajadores de la salud.
Corea del Sur aprendió de sus propios errores y especialmente de la carencia de pruebas disponibles cuando la crisis en 2015 del Síndrome respiratorio del Medio Oriente (Mers).
Desde entonces aceleró los procedimientos para poner en el mercado las pruebas, y unas semanas después de la aparición del coronavirus en China Corea del Sur dio su autorización para suministrar a las clínicas una nueva prueba para diagnosticar el Covid-19 en seis horas.
¿Como reaccionó la población?
Las autoridades lanzaron una campaña de "distanciamiento social" exhortando a la gente a quedarse en sus casas, a evitar las congregaciones y a reducir los contactos. Esto tuvo como consecuencia que barrios por lo regular muy frecuentados se vaciaran, mientras almacenes y restaurantes tenían dificultades para atraer a los clientes.
Muchos acontecimientos deportivos o culturales fueron anulados y el porte de la mascarilla protectora se generalizó, como lo pedía el gobierno, que pudo contar con una población muy respetuosa de las consignas.
¿Por qué la tasa de mortalidad es tan baja?
Es imposible calcular hoy de manera precisa la tasa de mortalidad del Covid-19, que solo podrá ser conocida con exactitud después de la epidemia.
La observación de las cifras transmitidas por los gobiernos da sin embargo la impresión de una mortalidad mucho más débil en Corea del Sur que en otros lados.
Diversos factores explican esta impresión. La campaña de pruebas hizo posible una atención temprana de los enfermos. Su amplitud facilitó que se presentaran muchas más posibilidades de localizar a los enfermos que no presentaban síntomas o muy pocos y que no fueron sometidos a pruebas en otros países. Localizar más enfermos redujo matemáticamente la proporción de muertes.
Además, la población infectada en el Corea del Sur tiene un perfil único, pues la mayoría de las personas contaminadas son mujeres, y cerca de la mitad tienen menos de 40 años.
Las autoridades lo explican por el hecho de que más del 60 por ciento de los casos de contaminación están relacionados con la Iglesia Shincheonji de Jesús, una organización religiosa a veces acusada de ser una secta. La mayoría de sus miembros son mujeres, muchas de entre 20 y 30 años de edad.
Se sabe que la tasa de mortalidad del coronavirus aumenta con la edad y los que tienen más de 80 años -y en particular los hombres- son los que tienen más riesgos.
¿Corea del Sur, ejemplo a seguir?
"Las pruebas son una medida inicial crucial para controlar un virus", considera Masahiro Kami, del Instituto para la investigación de las políticas médicas, con sede en Tokio. "Por lo tanto un buen modelo para todos los países".
Corea del Sur "actuó rápido y bien", dice Marylouise McLaws, de la Universidad de Nueva Gales del Sur.
"Es muy duro para las autoridades decidirse a aplicar medidas tan fuertes. Por lo regular eso se hace con retraso".