Manila. El presidente filipino Rodrigo Duterte anunció este jueves la interrupción de todos los transportes de entrada y salida de la capital Manila y una cuarentena para contener la expansión del coronavirus.
En un discurso televisado a la nación, Duterte ordenó además el cierre de las escuelas durante un mes, la prohibición de reuniones públicas y de entrada al país de extranjeros provenientes de países muy afectados por la pandemia.
No quedó claro en lo inmediato cuándo entrarán en vigor estas medidas, aunque Duterte señaló que en lo que concierne al bloqueo temporal del tráfico terrestre, marítimo y aéreo hacia y desde la capital comenzará el domingo.
"¡Es un bloqueo!", destacó Duterte.
En Filipinas hay un número relativamente bajo de casos confirmados de COVID-19, en comparación con los focos críticos, como China e Italia, pero su balance ha aumentado de 24 a 52 desde el lunes.
Se han registrado cinco muertes, entre ellas, la de un turista chino procedente de Wuhan, epicentro de la pandemia.
Sin embargo, Duterte enfrenta la presión de las autoridades y la población para combatir el virus en un país con un sistema sanitario frágil, en el cual millones de personas pobres viven en barrios marginales muy densamente poblados e insalubres.