Bruselas. El presidente turco Tayyip Erdogan pedirá el lunes apoyo financiero, político y militar europeo en las conversaciones con los líderes de la UE y la OTAN, pero se le dirá que primero debe dejar de incitar a los migrantes a cruzar las fronteras de su país hacia Grecia.

Decenas de miles de inmigrantes han intentado entrar en Grecia, un estado miembro de la UE, desde que Ankara dijo el 28 de febrero que ya no intentaría mantenerlos en su territorio, en contra del compromiso adquirido en 2016 a cambio de miles de millones de euros en ayuda para los refugiados.

Turquía acoge a unos 3.6 millones de refugiados de Siria, donde sus tropas se enfrentan a las fuerzas del Gobierno sirio respaldadas por Rusia. Erdogan repitió el domingo sus críticas de que la UE no había proporcionado suficiente ayuda a los refugiados.

"Los acontecimientos en la frontera greco-turca apuntan claramente a la presión por motivos políticos en la frontera exterior de la UE", dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, antes de sus conversaciones con Erdogan en Bruselas el lunes por la tarde.

"Para encontrar una solución a esta situación habrá que aliviar antes la presión que se ejerce sobre la frontera", dijo en una rueda de prensa.

La UE quiere evitar que se repita la crisis migratoria de 2015-2016, cuando más de un millón de personas, en su mayoría procedentes de Oriente Medio y Asia, llegaron a la UE a través de Turquía y Grecia.

Ese flujo se detuvo en gran medida por el acuerdo de 2016, que la UE espera salvar, aunque Turquía teme ahora una nueva afluencia de refugiados tras el recrudecimiento de los combates en Siria.

La UE dice que hasta ahora ha pagado alrededor de la mitad de los 6 mil millones de euros prometidos para ayudar a Turquía a financiar viviendas, escuelas y centros médicos para los refugiados en su territorio. La UE ha dejado en suspenso la posibilidad de recibir más ayuda, pero aún no ha cumplido con su promesa.