Ciudad de México. Eduardo Osuna Osuna, vicepresidente y director general de BBVA, describe el momento que vive el país: “claramente estamos viendo un México distinto, que nos replantea a todos la forma de hacer las cosas y de hacer negocios”. Plantea la necesidad de que desde el gobierno federal se genere “certidumbre”, con “reglas claras” para la inversión, especialmente en los rubros de infraestructura y energía.
Considera necesaria una mayor colaboración entre el sector público y la iniciativa privada. Esa coordinación puede ir desde un tema puntual, como traer a México a empresas asentadas en Asia que van a enfrentar dificultades para hacer llegar sus productos a Estados Unidos por la epidemia del coronavirus. O para abordar la generación de oportunidades de crecimiento y desarrollo en las regiones del sur y sureste del país, que se han quedado rezagadas respecto de otras zonas.
“La iniciativa privada tiene que ser parte de la solución”, dice Osuna, en una entrevista con La Jornada, a propósito de la 83 Convención bancaria, que se celebra esta semana en Acapulco.
Ha transcurrido prácticamente una quinta parte de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. El director de BBVA –el banco que ha otorgado 23 de cada 100 pesos del crédito bancario del país-- considera que han sido meses de “un proceso de reacomodo, de entendimiento”.
“Hay cosas muy positivas, como la disciplina fiscal de este gobierno. La negociación del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá es clave para lo que viene; incluso, la epidemia de coronavirus puede replantear el funcionamiento de las cadenas globales de producción y México puede salir fortalecido si aprovechamos esa coyuntura”.
--Se ha mencionado que existe falta de confianza del sector privado para llevar adelante proyectos de inversión.
--El inversionista siempre busca certidumbre, reglas de juego muy claras y que se respeten. Hay industrias en las que no se dio esta sensación de cambio en reglas del juego y siguen invirtiendo al ritmo que marca su demanda. La certidumbre tiene mucho que ver con infraestructura y el sector energético. Resolviendo estos temas, habrá mejores indicadores de inversión. Claramente estamos viendo un México distinto, que nos replantea a todos cómo hacer las cosas, cómo hacer negocios y dónde están las oportunidades. Visto en el contexto internacional, México tiene mejores indicadores y perspectivas que muchos países emergentes donde inversionistas que están aquí también operan.
--¿Qué lo hace distinto?
--Una cosa es la demografía. La edad promedio en México es de 27 años, contra 40 años en Europa. Simplemente eso genera una perspectiva de consumo distinta, en términos de formación de hogares y lo que requiere una familia cuando se constituye: vivienda, automóvil, aparatos y consumo. Además, estamos integrados en la zona de mayor consumo del mundo, América del Norte, con la que tenemos un tratado de libre comercio. Esas condiciones hacen de México un país muy atractivo. Si lo vemos desde el punto de vista del crédito, hay una oportunidad enorme. Eso es lo que se ve desde afuera y es la oportunidad que también ven hoy muchos empresarios mexicanos.
--¿Qué es lo que se está esperando para que todo esto se destrabe? ¿Quién debe dar el primer paso?
--Es en dos vías, que involucran a empresarios y gobierno. La iniciativa privada está acostumbrada a buscar y correr riesgos. El último mes estuvo con clientes en diferentes zonas del país para sentir el pulso. Ellos están viendo que llega mayor inversiones extranjera, que se demandan más casas en sus ciudades y están dando pasos en este reacomodo de expecttivas. Por eso prevemos en 2020 un mejor año que en 2019. El otro tema importante es el de la reforma energética. Es clave el plan de inversión en energía es clave porque ahí hay una oportunidad gigantesca en términos de inversión de largo plazo. Es muy importante que se incremente la capacidad de generación eléctrica en este país porque si la economía crece a 2 por ciento, probablemente la demanda de energía eléctrica lo haga a 8 o 10 por ciento. También tiene que ser concretado el plan de infraestructura que se anunció el año pasado. Es una labor que no sólo depende del gobierno federal, también de la iniciativa privada y en la medida que todos somos corresponsales que esto ocurra esperamos mayor crecimiento.
-- ¿Podríamos ver el sector energético como el ancla para el crecimiento económico?
--Los sectores energético y de infraestructura. Esos son los mensajes importantes que tenemos que ver en términos de mayor inversión. Pero pensemos que muchos de los empresarios mexicanos no están metidos en los temas energético ni de infraestructura. Cuando empiece a haber mayor inversión en esos sectores se da un impacto de generación de empleo en otras industrias.
--Uno de los temas que ha planteado el gobierno es la falta de acceso de una parte de la población a servicios bancarios. ¿La banca ha quedado a deber en materia de inclusión financiera?
--No creo. Estamos haciendo nuestro trabajo. Hay que ver la evolución de la banca en los últimos 20 años en el país. El nivel de inversión en tecnología y en infraestructura física es, de verdad, de los mejores del mundo. La tecnología nos permite hacer una mayor distribución de los productos. En México no falta oferta de productos financieros, falta una mayor demanda y para que la haya el principal pendiente que tenemos como sociedad, como economía, es combatir la informalidad. Mucha gente no quiere entrar al sector financiero porque está en la economía informal.
--¿Cómo se puede acelerar la transición hacia los medios de pago digitales?
--El reto es lograr la conectividad en esas zonas alejadas. El uso de la nueva tecnología se ha ido dando de una manera que sorprende. En general, hoy todos los bancos tenemos una muy buena capacidad de llegar a todos los lugares. Falta conectividad. La oportunidad está en insertar a México en esta ola de tecnología.
--Hace un año, a propósito de una iniciativa en el Senado, se volvió a debatir el tema de las comisiones que cobra la banca. ¿Cómo va BBVA en el tema de comisiones?
--Fue un buen debate. Las comisiones venían bajando, y lo siguen haciendo, por la competencia entre los bancos. Nos dimos cuenta hace un año que éramos muy malos comunicadores de cuántas comisiones realmente se cobraban. Entre la Asociación de Bancos de México y el Banco de México hemos hecho un trabajo de depuración y terminaremos con muy poquitas comisiones. También hemos trabajado en generar incentivos para que los usuarios utilicen los canales digitales donde prácticamente el costo es cero. México es muy competitivo cuando se comparan las comisiones con las de otros países.
--¿Cuántas son poquitas comisiones?
--Quedarán entre 250 y 300 comisiones diferentes. Teníamos más de mil comisiones registradas, aunque muchas no se usaban.
--¿Espera alguna alteración de planes a partir del efecto económico de la epidemia de coronavirus?
--Puede ser una buena coyuntura para algunas reflexiones y espero que aprovechemos la oportunidad y México salga ganando. Lo que estamos viendo es que por las medidas tomadas en algunos países se están fragmentando las cadenas productivas globales. Para que una pieza llegue al consumidor final pasa por tres o cuatro continentes. Por la guerra comercial y por eventos como la epidemia, es probable que se busque reducir los puntos de una cadena de suministro. México tendría que ser un país ganador en esto, especialmente porque formamos parte de América del Norte, la región más productiva del mundo
--¿Qué pasos tendrían que darse como país para sacar ventaja de esta situación?
--Identificar a las empresas en México que forman parte de esas cadenas globales de suministro e irles a tocar la puerta para que traigan esa producción. Es un trabajo que tienen que hacer el gobierno y la iniciativa privada. Con la firma del tratado comercial con Estados Unidos y Canadá hay certidumbre para traer esa inversión. Hemos demostrado en los últimos 25 años que podemos producir de manera eficiente, que en México hay empresas que producen para esas cadenas globales de suministro.
--¿Cómo evalúa lo que está pasando en el país, más allá de la coyuntura?
--Convivimos con muchas realidades y hay que entenderlas, para aprovecharlas y para saber en dónde tenemos que enfocar las baterías como sociedad y como gobierno federal para que todo el país camine al mismo ritmo y cerrar estas brechas que se han ido generando. De los grandes puntos del último año que nos han hecho reflexionar están, por ejemplo, llevar al sureste mayores beneficios, de jalar todas estas zonas que se han quedado un poco excluidas. Es un trabajo conjunto, insisto, en el que la iniciativa privada tiene que ser parte de esta solución, porque quién genera empleos en una economía es la iniciativa privada; el mayor porcentaje de inversión en México, viene de la iniciativa privada.
--¿Qué puede hacer justamente BBVA para llegar a esas zonas dónde no se está llegando?
--Tenemos presencia en todos lados, con diferentes productos para todos los segmentos. Trabajamos sobre todo con muchos empresarios locales. Nosotros somos un distribuidor del ahorro de los mexicanos y además tenemos que ponerlo de manera correcta. Lo mejor que podemos hacer es estar cerca de nuestros clientes y ver cómo les resolvemos sus necesidades. Tenemos evidentemente que seguir construyendo infraestructura, seguir trabajando en llegar a muchas comunidades que no habíamos llegado porque no había masa crítica, porque no estaba la tecnología disponible. Tenemos que construir de la mano del gobierno, de nuestras autoridades, estas condiciones para que podamos llegar todos los bancos ahí. Evidentemente, a través de los medios digitales hay una gran oportunidad.
--¿Cuáles son las metas que tiene BBVA para este año?
--Ya estamos casi en el 1.2 billones de pesos de crédit. Para este añoesperamos crecer a un dígito alto; es decir, probablemente estemos creciendo casi otros 100 mil millones de pesos más de crédito e igual en la captación. Somos optimistas en términos de que el crecimiento de este 2020 en el crédito sea parecido al de 2019 y además seguiremos invirtiendo de manera importante en nuestras plataformas e infraestructura. En Enero y febrero vimos dos meces en línea con lo que esperábamos.
--¿Qué vamos a ver en la Convención bancaria este 2020?
--Vamos a ver algo que hemos hablado durante los últimos años en el sector, que es cómo ponemos en valor la tecnología para nuestros clientes y cómo le damos todas las oportunidades a los diferentes segmentos de este país. Cuando hablamos de inclusión financiera, la forma de hacerla es a través de la tecnología; la gran oportunidad en México y en el mundo es que la tecnología hoy te permite llegar a muchos segmentos que hace algunos años no podíamos llegar.