Ciudad de México. Pese a los esfuerzos del ejecutivo por incrementar los salarios mínimos para que los mexicanos cuenten con mayor bienestar, esto solo se dará con un mayor poder adquisitivo de la clase trabajadora, afirma Tomás Ehrenberg, director general de Ve Por Más.

Precisa que, es necesario que la administración impulse mayores esfuerzos para la creación de empleos formales en el país, de lo contrario, todo esfuerzo realizado para que los salarios en el país mejoren, no detonará ni en mayor capacidad de adquisición de los mexicanos, y por ende, de crecimiento.

Refiere que en 2019, la economía nacional atravesó un “panorama oscuro” por el contexto internacional que se presentó y los bajos niveles de inversión en México, pero esto ha terminado, y la expectativa es que la administración pública aspire a tener niveles de crecimiento por encima de 1 por ciento.

En entrevista previa a la 83 edición de la Convención Bancaria, a realizarse los próximos 12 y 13 de marzo, el directivo considera que tras un año en el que, a la par de la economía, el crédito a las empresas por parte de la banca se contrajo, en 2020 se acelerará por una mayor demanda por financiamiento.

Hay una postura de incrementar los niveles de bienestar en la población para que haya crecimiento ¿Es crecer con bienestar o crecer por crecer?

Hay esfuerzos importantes para tener mayor adquisición por parte de la población, los incrementos a los salarios son valiosos, pero si eso no está acompañado por el número de empleos, el crecimiento de número de empleos no se ha visto favorecido, y eso se da con el crecimiento de la economía.

Si hay mejoría en el poder adquisitivo, pero eso debe venir acompañado con más empleos, y eso solo se logra si la economía crece, que bueno que haya bienestar, pero necesitamos acelerar con mayor empleo.

¿Cómo está el país después de un año de gobierno?

Para evaluar, primero debemos ver que pasó en 2019, en contexto global, fue un año de muchos retos, en el año y conforme avanzó, las organizaciones mundiales cambiaron su expectativa de crecimiento global, hubo eventos, el más relevante la Guerra Comercial entre Estados Unidos y China, que provocaron tensiones y una disminución del comercio global, eso generó presiones a la baja, y si se agrega eventos como el Brexit y la debilidad en Europa vienen los bajos niveles de crecimiento.

Dentro de este contexto, en México iniciamos el año con una expectativa mucho mayor, y conforme fue pasando el año tuvimos una expectativa de por los temas del huachicol y el desabasto de gasolinas, el bloqueo al sistema ferroviario, el conflicto de aranceles. Hubo muchos detractores, y en la visión, lo que sucede es que se disminuye el apetito por invertir, y el indicador más importante es que la Inversión Extranjera Directa disminuyó sustantivamente y completa este entorno en el que terminamos sin crecimiento.

Dicho eso hay cosas que hay que señalar positivas, tenemos una balanza comercial bastante estable y un rigor fiscal. Ho ya tenemos un T-MEC, es prácticamente una realidad. Sí hay algunas luces dentro de todo este panorama que pinta oscuro.

¿Este panorama oscuro ha terminado?

Sí vemos un 2020 con expectativas de crecimiento cercano al 1 por ciento, muchos economistas empezaron en 1.2, incluso el Banco de México.

Sí hay elementos para que mejore, tenemos una política fiscal adecuada, tenemos un T-MEC y las iniciativas de inversión en infraestructura, que son de lenta maduración, esas se van a tardar en madurar pero van a arrancar, pero tenemos una base de comparación, favorece que no haya crecimiento en 2019, hay suficientes elementos para que esto empiece a mejorar.

El primer año de gobierno es más lento, el flujo del gasto y cosas que tardan, pero hoy ese proceso está superado y podríamos ver un resultado más favorable, seguimos pensando que hay condiciones para que el crecimiento sea cercano a 1 por ciento.

Los proyectos van a tardar en madurar ¿Cuánto tiempo para impulsar el crecimiento?

Estas cosas cambian rápidamente, el martes a FED reportó una disminución de 50 puntos base en su tasa de referencia. Hay que estar atentos, del lado negativo está el coronavirus, que alenta a las industrias como el turismo. En México todo esto debe tener un evento positivo, hay cosas que irán sucediendo.

Un proyecto de infraestructura, son proyectos que tardan años, de lenta maduración, pero hay tres factores importantes que se necesitan para reactivar la economía.

¿Cuáles?

El primero es que en México tenemos todo para contar con energía de bajo costo. Somos un país típicamente de manufacturas, exportamos manufacturas automotrices, si tenemos acceso a energía barata, y ahí la clave está en el gas, si tenemos acceso a energía eléctrica, es un elemento de competencia muy favorable.

La segunda es que tenemos mano de obra calificada, insisto, calificada no barata, tenemos más ingenieros que en Estados Unidos, tenemos gente muy capaz que puede competir en cualquier geografía.

Están ambos elementos, y esto impulsa el apetito de inversión, y con eso, el crecimiento es de gran potencial.

Y gozamos de una zona comercial privilegiada estamos inmersos en la zona comercial más potente del mundo, con el T-MEC esto es mejor, tenemos historia, gastronomía, playas para el turismo, el mexicano por naturaleza es amable, tenemos las remesas, que llegan por montones, y eso debería favorecernos a tener mejores crecimientos.

El 1 por ciento lo teníamos que poder lograr, debíamos aspirar a mayores niveles de crecimiento.

¿Interesa al banco el plan de infraestructura?

Sí, por la parte de las empresas medianas, no muy enfocados a los grandes proyectos, más al sector mediano, pero la derrama económica con eso se da y llega a nuestro sector.

Esperamos un crecimiento, y por ello el crédito bancario entre 6.5 y 7 por ciento este 2020.

El crecimiento de crédito en 2019 tuvo un bajo componente al sector empresarial, entonces, el que las empresas tomen poco crédito, y estoy convencido que el bajo crecimiento del crédito el año pasado tuvo que ver con a demanda no con la oferta, tenemos en México una banca muy fuerte.

En México tenemos un sistema financiero sólido, y si la demanda de crédito mejora este año, es un impulso a la economía.

En efecto el crédito empresarial cayó en 2019 ¿Entonces que debemos esperar en 2020 sin demanda?

La mitad de nuestro portafolio es de empresas, el 20 por ciento en crédito hipotecario y por medio de la arrendadora estamos en el crédito automotriz. La mezcla nos da algo que nos permite a nosotros estar sólidos, no dependemos de un solo sector.

Si repunta el crecimiento económico, también el apetito por invertir, y tener financiamiento va a repuntar. Históricamente nosotros aspiramos a crecer más que el mercado, nuestra aspiración es crecer el doble que el mercado, el año pasado no lo logramos en todos los segmentos, pero si 32 por ciento más que la banca, cuando haya más crecimiento y más inversión despuntará el crédito.

La banca necesita impulsar la economía con el financiamiento.

Ahora bien, ¿que pasa con la regulación diferenciada?

Si hay avances, dentro de la ABM. El grupo de bancos A que es donde nos agrupamos, los bancos medianos del sistema financiero, somos los más interesados en impulsar esta capacidad de tener una regulación diferenciada.

Se contrató a un externo para hacer la propuesta, y esa misma ya se ha intercambiada con las autoridades, es algo que va a suceder, y ayuda a poner más parejo el piso para el crecimiento de la banca.

Hay bancos que solo tienen una actividad, es diferente un banco universal a uno especializado, la regulación lo hace parejo y eso genera una carga a los bancos especializados o de menor tamaño y eso ayudará.

No sé para cuando, hay avances, lo último que tenemos es que está la regulación con las autoridades. Es un tema que hay que cuidar y analizar, no es ligero.

Uno de los temas que se tocarán en la convención es la digitalización, ¿ustedes como avanzan?

Hemos invertido en capital para desarrollar nuestras capacidades digitales, como móvil como banca net e invertimos para que nuestras plataformas sean de vanguardia, pero no solo en la oferta de la banca electrónica, hacemos un esfuerzo por digitalizar los procesos internos, que tiene un impacto a nuestros clientes.

También trabajamos en proyectos con empresas fintech, en este momento es para abrir una asociación para lanzar productos con fintech, que seguramente estará en los próximos dos meses.

En otro tema, hay cambio de régimen en el gobierno ¿Cómo es la relación entre banca y gobierno?

Ha cambiado, la frecuencia de reuniones entre el CCE o nosotros con el propio presidente o el gabinete, es de una intensidad no vista en décadas, y eso no puede ser más que positivo, que haya más diálogo, si lo hay.