Habilitado con recursos públicos, un parque aéreo de la Ciudad Deportiva Magdalena Mixhuca se convirtió en un negocio redondo durante la anterior administración, pues se concesionó a un particular que jamás aportó un solo peso como contraprestación.
Max León, director de ese lugar, detalló que el circuito de puentes colgantes con distintos obstáculos ubicado a unos pasos de la puerta 6 se abrió a mediados de 2017 y se cobraban 60 pesos por persona, sin que hubiera alguna retribución por su ocupación.
Explicó que antes de que se devolviera la administración de este espacio, el Instituto del Deporte inició un procedimiento ante la Secretaría de la Contraloría capitalina por los convenios o contratos que se realizaron para concesionar diversos lugares de la Deportiva.
En el caso del parque aéreo, señaló que se determinó que su operación era inadecuada, por lo que se rescindió el convenio con el particular, quien se negó a entregar una contraprestación por el uso de este espacio y dejó abandonada la estructura, la cual ahora será renovada para abrirla al público a precios accesibles y con más juegos infantiles.
El funcionario indicó que no ha sido el único caso en el que particulares se apropiaron de lugares para lucrar. A unos metros se encuentra abandonada y sin concluir lo que sería una pista de bicicross. Le dieron el contrato a una empresa que no tenía la capacidad y subcontrató. El dinero con el que deberían pagar de pronto no apareció. Ahora tenemos un pleito entre particulares y un área sin usar
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Otros proyectos corrieron con una suerte similar, como un parque de patinaje que se habilitó en lo que antes era una granja de animales, que quedó a medias, o una escuela técnica de beisbol que nunca abrió y en su lugar colocaron contenedores que servirían como bodegas, fueron saqueados y quedaron en el abandono. Ni un bate dejaron.