Washington. La aspirante demócrata a la Casa Blanca Elizabeth Warren, que llegó a liderar las encuestas a nivel nacional, anunció el jueves el fin de su campaña para convertirse en la rival del republicano Donald Trump en noviembre.
"Hoy suspenderé nuestra campaña para presidente", dijo la senadora progresista de Massachusetts de 70 años, al comunicar la decisión a su equipo luego de malos resultados en las internas partidarias.
"Puede que no esté en la carrera por la presidencia en 2020, pero esta pelea, nuestra pelea, no ha terminado", advirtió. "Y nuestro lugar en esta lucha no ha terminado".
Warren, una senadora progresista de Massachusetts de 70 años, hablará con su equipo de campaña el jueves y anunciará que suspenderá su candidatura presidencial, según CNN.
Una ex profesora de derecho que forjó una reputación nacional por su dureza con Wall Street, incluso antes de entrar en política, Warren había tenido un buen desempeño en el Supermartes tras una serie de decepciones en los primeros estados.
Pero se situó muy por detrás de los favoritos Bernie Sanders y Joe Biden, quedando en tercer lugar en su estado natal de Massachusetts. Se retiró de la carrera un día después de que el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se bajó tras un decepcionante Supermartes.
Warren, de 70 años, era la última mujer entre los principales candidatos en un campo demócrata que comenzó como el más diverso de la historia. Su partida podría dar un impulso al liberal Sanders si parte de su apoyo gira hacia el senador de Vermont, aunque los votantes no siempre siguen líneas ideológicas.
Centró su campaña en luchar contra la influencia del dinero en la política, argumentando que en cada tema importante (control de armas, cambio climático, atención médica) el poder de los cabilderos corporativos y multimillonarios obstaculizaría cualquier oportunidad de lograr un cambio significativo.
"La buena noticia es que tengo el plan anticorrupción más amplio desde Watergate", le gustaba decir en la campaña electoral. "La mala noticia es que necesitamos el plan anticorrupción más radical desde Watergate".