Ankara, Turquía. Turquía anunció el jueves que apostará fuerzas especiales en su frontera terrestre con Grecia para impedir que las autoridades griegas repriman a los migrantes que intentan ingresar a Europa. Ankara previamente había abierto sus puertas para el cruce hacia Europa.
Miles de migrantes y refugiados han intentado cruzar de Turquía a Grecia por tierra y por mar en la última semana. La policía griega los ha rechazado con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y cañones hidrantes. A su vez, Grecia acusa a Turquía de lanzar gases contra sus guardias fronterizos.
Según Turquía, las autoridades griegas atacaron a los migrantes con munición de guerra. El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, dijo el miércoles que acusará a Grecia ante la Corte Europea de Derechos humanos por matar a tiros a un migrante en la frontera. El gobierno griego ha negado tal incidente, que califica de "noticia falsa".
Soylu, quien visitó la frontera el jueves, dijo que Turquía apostará un millar de efectivos de sus fuerzas especiales en la frontera terrestre para impedir que las autoridades griegas rechacen a los que intentan el cruce.
"Desde esta mañana... estamos apostando mil agentes de las fuerzas especiales (a lo largo de la) cuenca del río Meric para impedir el rechazo", dijo Soylu. "Con ayuda de botes Zodiac (impedirán) el maltrato de la gente".
Soylu dijo que Grecia había violado las convenciones internacionales al rechazar a unos 4 mil 900 migrantes y acusó a la Unión Europea y su agencia de protección fronteriza Frontex de permanecer en silencio.
Entre 4 mil y 5 mil personas estaban concentradas cerca del cruce fronterizo de Pazarkule frente a la aldea griega de Kastanies y se les impedía el ingreso, dijo Soylu.
"Es una puerta fronteriza, tienen obligación de permitirles entrar. Tienen obligación de recoger a los solicitantes de asilo", dijo el ministro.