Ciudad de México. Unicornios comiendo basura, hadas que no vuelan, centauros que no corren. Onward, la nueva película de Pixar que se estrena el viernes, presenta este tipo de escenas en un mundo donde las criaturas se han olvidado de usar sus poderes.
“La magia en la película es una metáfora de (nuestro) potencial”, explicó el director de la cinta, Dan Scanlon, en una entrevista reciente con The Associated Press en la Ciudad de México. Y comparó la situación con el mundo real actual: “Hay muchas cosas maravillosas que nos ha dado la tecnología y es genial, pero el truco es que las cosas se pueden volver muy sencillas y tan convenientes que dejas de desafiarte y quizá no explotas tu potencial completo”.
En la cinta, esos poderes adormecidos se notan sobre todo entre los personajes adultos que están pasados de peso, pues prefieren usar el auto en lugar de caminar, o no vuelan aunque pueden.
“Quizá esa es una manera visual de llevar esa idea del potencial, decir ‘quizá todavía tengo una habilidad en mí que he dejado que se atrofie, algo especial dentro de mí que puedo hacer’”, agregó el director, quien lo toma como un recordatorio de que hay que asumir riesgos y tratar de vez en cuando de tomar el camino más difícil para ver de lo que somos capaces.
Entre los personajes protagónicos están los jóvenes elfos Ian y Barley, un par de hermanos cuyas voces en inglés son interpretadas por Tom Holland y Chris Pratt. Ian, quien es muy delgado, está por cumplir 16 años y es tan retraído que le cuesta trabajo invitar a sus amigos a su fiesta de cumpleaños. Barley es un par de años mayor y bastante más robusto; vive fantaseando con el gran pasado mágico de su mundo.
Barley sabe todo sobre magia gracias a un juego de rol parecido a Dungeons & Dragons (Calabozos y Dragones). Por eso cuando su madre les dice que su difunto padre le dejó a Ian un regalo muy especial para su cumpleaños, que tiene que ver con un hechizo, el más emocionado es Barley.
“Era importante que Ian sonara de 16, que fuera sincero y con un gran corazón, pero también que fuera tímido, raro y se sintiera un poco incómodo. Tom es muy sincero y encantador, pero también es muy bueno haciendo una rutina divertida, rara y tímida”, dijo Scanlon sobre la selección de los actores protagónicos.
En tanto, “Barley es caótico, salvaje, es lo opuesto, y Chris Pratt posee esa energía natural y además es muy gracioso, pero también se puede salir con la suya. Si está tratando de molestar, lo hará de una forma divertida”.
La cinta también cuenta con las voces de Julia Louis-Dreyfus como Laurel, la madre de Ian y Barley; Mel Rodriguez como su novio, el oficial Bronco, y Octavia Spencer como la Mantícora, una leona alada que ayuda a Laurel.
Ian no está acostumbrado a hacer hechizos. Al intentar seguir las instrucciones que le dejó su padre, algo sale mal y sólo tienen 24 horas para repararlo. Una de las lecciones que aprende de Barley es usar lo que tiene a la mano para salir adelante, incluyendo frituras.
“Creo que esa es una parte importante de Barley”, dijo Scanlon, quien previamente dirigió la cinta animada Monsters University de Pixar y codirigió el cortometraje Mater and the Ghostlight (Mate y la luz fantasma). “Barley es alguien que te recuerda lo que tienes para aprovecharlo”.
Barley también le da un toque retro a la película gracias a su vieja camioneta, un vehículo con un grafiti de Pegaso al que apodó Ginebra, como la esposa del mítico Rey Arturo; sus juegos de mesa y su vestuario. Ian, por su parte, tiene una grabadora en la que le gusta escuchar la voz de su padre en un casete. Todo parece una especie de homenaje a la década de 1980.
“La gente me dice que esta película es de época de los 80 y los les digo ‘¡no sé cómo es el nuevo mundo!’”, dijo Scanlon. “Definitivamente hay algo de nostalgia y en gran parte es por Barley, porque es un tipo que quiere vivir en el pasado de todas las maneras posibles, pero quiere vivir mucho más allá de los 80, quiere vivir otra vez en la Edad Media”.
Además, Onward está inspirada en la relación del director con su propio hermano.
“Los hermanos tienen una relación muy especial; es complicada, es difícil, pero también tiene algo único y especial. Así que cuando escucho que otra gente dice ‘me vi a mí y a mi hermana en esta película’, creo que es la razón por la que uno hace cine: para hacer esa conexión y con algo de suerte hablar de una conexión familiar más universal”.