Kastanies. Al menos 13 mil personas abarrotaron ayer la frontera de Turquía con Grecia después de que Ankara declaró oficialmente que sus fronteras occidentales están abiertas desde el viernes pasado a unos cien mil migrantes y refugiados que esperaban en su territorio para viajar a países de la Unión Europea (UE), de acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones (OIM)
Turquía amenaza con dejar pasar a los refugiados sirios si no obtiene el apoyo activo de la UE en su enfrentamiento con Rusia y el gobierno en Siria, lo que ha generado temores de una nueva crisis migratoria similar a la de 2015.
El viernes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, advirtió que abriría sus fronteras a más de 100 mil migrantes en respuesta a una escalada de violencia en la provincia de Idlib en la que 33 soldados turcos murieron en ataques aéreos.
De inmediato, miles de migrantes comenzaron a reunirse en los cruces fronterizos a lo largo de los 212 kilómetros de la frontera terrestre greco-turca.
El sábado por la noche el ministro turco del Interior, Suleyman Solu, informó que 100 mil 557 personas abandonaron Turquía a través de la ciudad de Edirne.
La OIM informó que al menos 13 mil personas abarrotaron la frontera en Pazarkule e Ipsala, así como otras zonas fronterizas, provocando que las autoridades griegas utilizaran gas lacrimógeno y granadas aturdidoras para contenerlos.
Las autoridades griegas también reforzaron sus patrullas en las fronteras marítimas con Turquía.
El primer ministro griego, Kyiriakos Mitsotakis, anunció la suspensión durante un mes de la tramitación de peticiones de asilo.
En 24 horas, autoridades griegas bloquearon la entrada de 15 mil 500 inmigrantes a lo largo del río Evros, en el noreste del país, según una fuente oficial.
El gobierno griego también estableció un sistema automático de mensajes de texto para celulares extranjeros que se acercan a la frontera, con el siguiente mensaje: Nadie puede cruzar las fronteras griegas. Aquellos que intenten ingresar sin documentos serán bloqueados
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En Lesbos, habitantes incendiaron la noche del domingo un centro de acogida de inmigrantes desocupado cerca de la playa de Skala Sykamineas y varios periodistas y voluntarios fueron agredidos durante el desembarco de migrantes, constató la agencia Afp.
Grecia reclama a Turquía que cumpla con el acuerdo de 2016 y que impida el paso de migrantes, pero Ankara denuncia el incumplimiento de la UE del pago de 6 mil millones de euros que se había prometido.