Columbia. Los electores de Carolina del Sur votaban este sábado su candidato para la nominación demócrata en una primaria crucial para el ex vicepresidente Joe Biden, quien confía en que salvará sus hasta ahora decepcionantes resultados gracias al voto afroestadunidense.
Luego de perder en los tres primeros estados que han votado hasta ahora, el ex vicepresidente de Barack Obama cuenta con ganar Carolina del Sur, donde la minoría negra compone 60 por ciento del electorado demócrata y ha sido históricamente su bastión político.
Pero el progresista Bernie Sanders, líder de las encuestas a nivel nacional, pisa los talones de Biden en este estado sureño. Una victoria en Carolina del Sur antes del llamado supermartes, en el que votarán 14 estados el próximo 3 de marzo, es crucial para ambos porque les dará un impulso frente a las minorías.
Biden "tiene más experiencia, él está con todos, no solo las personas de color. Tiene más o menos la misma elocuencia del presidente Obama", dijo Samantha Rogers, una jubilada afroestadunidense de 67 años, en las puertas de su centro electoral en Columbia, la capital del estado.
Rogers y otras decenas de personas hacían fila en una escuela de un suburbio de clase media desde primera hora de una mañana soleada y fría.
Las perspectivas sobre quién será el rival del presidente republicano Donald Trump en las elecciones de noviembre estarán mucho más claras después del supermartes, jornada que elegirá a casi un tercio de los delegados necesarios para asegurarse la nominación en la convención partidaria de julio.
Biden, un moderado de 77 años, necesita buenos resultados tras quedar cuarto en Iowa, quinto en New Hampshire y en un lejano segundo puesto en Nevada, los tres primeros estados en pronunciarse.
Sanders es el claro delantero. Este senador de 78 años, que se presenta como un "socialista democrático", suma 45 delegados y 29.5 por ciento de adhesiones en todo el país, según el promedio de encuestas de RealClearPolitics. En comparación, Biden tiene 15 delegados y recoge 18 por ciento de apoyo nacional.
El ascenso de Sanders preocupa a algunos moderados, que temen que el candidato no reúna el apoyo necesario para vencer a Trump.
Pero los votantes de Sanders desestiman estos temores como una táctica del ala moderada para ganar la nominación.
"Yo creo de hecho que (Sanders) es el único que puede ganarle a Trump", dijo a la Afp Donna Boyd, una empresaria de 51 años que acababa de votar por el senador de Vermont.
"Bernie energiza a la gente. Nos habla a todos y es incluyente. El problema será conseguir la nominación porque el partido Demócrata no lo quiere", añadió.
Si Sanders o cualquier otro candidato no alcanzara el apoyo de la mayoría absoluta de los delegados requeridos para obtener la nominación presidencial (mil 991), unos 700 "superdelegados", legisladores y figuras notables del partido, se suman a la votación en una segunda ronda.
Trump, contra los favoritos
Trump, que sigue de cerca las primarias demócratas, no está ajeno al debate.
En un acto de campaña la noche del viernes en Carolina del Sur, dijo a sus seguidores: "Mientras nosotros construimos un gran futuro, los demócratas radicales están tratando de quemarlo".
El mandatario se burló de los punteros al decir que la carrera "se redujo a dos candidatos: el loco Bernie y el somnoliento Joe", y afirmó que era hora de que Bloomberg "se fuera a su casa".
Sanders calificó al presidente de "patético" por estar en campaña, en lugar de atender a la crisis de salud pública. "Hey señor Trump, ¿por qué no se preocupa por el coronavirus en lugar de venir a interrumpir las primarias demócratas aquí en Carolina del Sur?", preguntó.
Además de Biden y Sanders, otros seis demócratas siguen en liza.
En Carolina del Sur, un multimillonario y filántropo irrumpió con fuerza. Tom Steyer, de 62 años, va tercero en los sondeos estatales, con una inversión de más de 20 millones de dólares en publicidad y promesas de reparaciones a descendientes de esclavos.
Steyer, séptimo en la intención de voto a nivel nacional con apenas 2.2 por ciento, no tiene delegados por ahora.
Quien sí los tiene es el ex alcalde de South Bend (Indiana) Pete Buttigieg, un moderado de 38 años, que ya cuenta con 25 delegados luego de ganar en Iowa y quedar segundo en New Hampshire y tercero en Nevada. Pero con poco apoyo entre las minorías, debe demostrar en Carolina del Sur que tiene lo necesario para que su campaña siga viva.
Las senadoras Elizabeth Warren, una progresista de 70 años, otrora favorita y ahora opacada por Sanders, y Amy Klobuchar, una centrista de 59, también se pondrán a prueba este sábado.
El multimillonario Michael Bloomberg, de 78 años, acusado de "comprar" votos tras gastar 500 millones de dólares de su fortuna personal en la campaña, recién se medirá en las urnas el supermartes. El ex alcade de Nueva York va tercero en las encuestas nacionales.