Chilpancingo, Gro. Habitantes desplazados de comunidades pertenecientes a los municipios de Leonardo Bravo (Chichihualco), y de Zitlala, denunciaron que tanto el Ejército Mexicano, como la policía estatal, mantienen nexos con los grupos de la delincuencia organizada, y que por esa razón no han podido regresar a sus poblaciones.
En conferencia de prensa, recordaron que en el caso de las comunidades de El Naranjo, Los Morros, Campo de Aviación, La Laguna, y Filo de Caballos, del municipio de Leonardo Bravo, salieron desplazados por la violencia, desde noviembre de 2018, en tanto que los de Tlaltempanapa, Zitlala lo hicieron desde enero de 2019.
A nombre de los desplazados habló doña Marisela “N”, quien acusó al gobierno federal y estatal de estar dándole largas al problema, por lo que anunció que para este viernes tomarán las casetas de cobro de la Autopista del Sol México-Acapulco. “No tenemos dinero ni para pagar la renta de las casas que alquilamos, ni para comer”, manifestaron.
También fue denunciado que desde el pasado mes de noviembre Mara Gómez Pérez, titular de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) desde el pasado mes de noviembre, sin ninguna justificación suspendió la ayuda que recibían, cuatro mil pesos para alimentación, y tres mil pesos para la renta de cada una de las más de 100 familias desplazadas.
Por su parte, don Bartolo Hernández Ortiz, otro de los desplazados de la zona de la sierra señaló que desde el mes de noviembre de 2018, busca a dos de sus hijos que se encuentran desaparecidos, y apuntó que “nosotros también vamos a armar a nuestros hijos, como lo hicieron en Chilapa, ya estamos desesperados con el gobierno que no hace nada”.
Por su parte, Manuel Olivares Hernández, del Centro Regional de Defensa de Derechos Humanos José Ma. Morelos y Pavón, sostuvo que durante la incursión de la delincuencia organizada en los pueblos de la sierra, en noviembre de 2018, existen evidencias de que los soldados y policías estatales acompañaban a los pistoleros.
Incluso, agregó que “apenas el pasado 6 de enero llegaron a Chichihualco soldados y elementos de la Guardia Nacional diciendo que harían un censo, y empezaron a tomar fotos de los desplazados, y fue ahí en donde la gente identificó a los soldados que estuvieron acompañando al grupo delincuencial que los desplazó de sus comunidades”, concluyó.