Atenas. Decenas de policías desplegados a dos islas griegas para disolver protestas por la planeada construcción de nuevos centros de detención de migrantes resultaron heridos durante dos días de enfrentamientos con residentes locales, informaron las autoridades el miércoles.
Las islas griegas de Lesbos y Chios, en el mar Egeo, son los principales puntos de arribo para decenas de miles de personas que escapan de guerras y pobreza en el Oriente Medio, Asia y África en busca de mejor vida en Europa.
Lidiar con el flujo de personas y el creciente descontento de los residentes de las islas se ha vuelto un reto importante para el gobierno de centroderecha en Atenas.
Las autoridades locales en Lesbos y Chios declararon una huelga de 24 horas para protestar contra los planes del gobierno central de construir nuevos centros de detención de inmigrantes que reemplacen los atestados y ruinosos campamentos existentes.
La policía dijo que 43 agentes resultaron heridos en Lesbos, que registra el mayor número de arribos de migrantes que cruzan el mar desde Turquía. Otros 11 policías fueron heridos en Chios, donde una turba furiosa irrumpió en un hotel usado por la policía antimotines, golpeó a agentes en sus habitaciones y lanzó sus pertenencias por las ventanas.
Doce personas fueron arrestadas por sospechas de estar involucradas en el ataque, dijo la policía, que no dio más detalles.
Grecia es el principal punto de llegada para los buscadores de asilo que tratan de ingresar a la Unión Europea, la mayoría de los cuales arriban a las islas orientales griegas desde la costa de Turquía, a menudo en débiles embarcaciones provistas por contrabandistas. Bajo un acuerdo de 2016 entre la UE y Turquía, los recién llegados deben permanecer en esas islas mientras se procesan sus solicitudes.
Sin embargo, un enorme retraso en el sistema de procesamiento de solicitudes de asilo y las continuas llegadas han llevado a una sobrepoblación grave en las instalaciones existentes.
Casi 60 mil migrantes y refugiados arribaron a las islas griegas el año pasado, casi el doble del total registrado en 2018, según la agencia de refugiados de la ONU.
El gobierno ha prometido que procederá con sus planes de construir los centros de detenciones y que remplazará los campamentos existentes, pero los residentes de muchas islas y las autoridades locales argumentan que los migrantes deberían ser trasladados a suelo continental griego.