Zacatecas, Zac. Integrantes del Ejército Mexicano con el apoyo de elementos de la Guardia Nacional, detuvieron en el municipio de Sombrerete, a Adrián Santos Esparza, alias “El Ratón”, presunto operador del Cártel de Sinaloa en el estado de Durango, y quien supuestamente es responsable del ataque armado en el interior del penal de Cieneguillas, hace dos meses –que dejó como saldo 18 muertos-, así como de enviar sicarios a colocar narcomantas en una decena de municipios zacatecanos y planear atentados contra varios alcaldes.
De acuerdo con información extraoficial, proporcionada a este diario por fuentes gubernamentales, locales y federales, el operativo se produjo la tarde del martes sobre la carretera federal número 45, muy cera de la cabecera municipal de Sombrerete -200 kilómetros al poniente de la capital de Zacatecas-, cuando integrantes del Ejército Mexicano le marcaron el alto a quienes viajaban en una camioneta Ford Lobo, color negra, de cuatro puertas, a alta velocidad.
Los tripulantes del vehículo intentaron huir, pero los militares les dieron alcance e incluso realizaron disparos a las llantas de la camioneta, para obligarlos a detenerse.
Se informó que tras asegurar el sitio, los miembros del Ejército Mexicano hicieron descender a los cuatro tripulantes del vehículo, entre quienes estaban Adrián Santos Esparza, “El Ratón”, quien iba acompañado por su primo hermano Jorge Eduardo Santos, así como dos policías municipales de Sombrerete, quienes incluso portaban sus uniformes oficiales y armas de cargo. Además se les encontró al menos un arma larga.
Adrián Santos Esparza “El Ratón”, y sus acompañantes, fueron trasladados en medio de un fuerte operativo de resguardo, por el Ejército Mexicano y la Guardia Nacional, hasta la sede de la Fiscalía General de la República, en la ciudad de Fresnillo -65 kilómetros al norte de la capital de Zacatecas-, junto con el vehículo en que viajaban y las armas de alto poder.
Fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública de Zacatecas atribuyen a la facción del Cártel de Sinaloa, que encabeza Adrián Santos Esparza “El Ratón”, junto con otro sujeto apodado “El Mudo”, el haber privado violentamente de su libertad, en enero de 2019, a diez agentes de la Policía Estatal Preventiva de Zacatecas (PEP), quienes fueron interceptados por un numeroso grupo armado, cuando realizaban patrullajes en los límites del municipio zacatecano de Juan Aldama y de Santa Clara, Durango.
En aquella ocasión, los diez policías fueron despojados de sus armas de cargo largas y cortas, así como de sus radios de comunicación “matra”, retenidos durante once horas en un paraje serrano, donde fueron torturados, y posteriormente liberados. Aquel hecho provocó un desaguisado entre los gobiernos de Zacatecas y Durango, pues el primero denunció la presunta colusión de policías estatales duranguenses con el Cártel de Sinaloa.
Posteriormente, esta facción del Cártel de Sinaloa –leal a Ismael “El Mayo Zambada”-, comenzó a incursionar en todo el norte y poniente del estado de Zacatecas, disputándole territorio a los grupos antagónicos del Cártel del Golfo y Cártel del Noreste, pero también a las fuerzas gubernamentales. Y la ola de violencia y ejecuciones se multiplicaron en distintos puntos del estado.
Asimismo, en un despliegue de alarde, a principios de octubre de 2019, decenas de pistoleros del Cártel de Sinaloa se tomaron varias fotos y las hicieron circular en redes sociales de Zacatecas, posando con sus armas largas a bordo de varias camionetas, en el acceso carretero a la comunidad de Estación Camacho, del municipio zacatecano de Mazapil. Dos semanas después, el gobierno zacatecano “respondió”, enviando a una veintena de policías estatales al mismo lugar, a tomarse una foto similar, y distribuyéndola también por redes sociales.
El 31 de diciembre de 2019, en una acción supuestamente ordenada y financiada por Adrián Santos Esparza “El Ratón”, en el interior del penal de Cieneguillas de la capital de Zacatecas, reos del Cártel de Sinaloa usando armas de fuego cortas y largas (que las autoridades penitenciarias no aclararon como fueron ingresadas), masacraron a 18 internos del Cártel del Golfo, e hirieron a una veintena más.
Para el martes 18 de febrero, de este año 2020, la disputa por el control territorial de las principales ciudades del centro y norte de Zacatecas, entre presuntos sicarios del Cártel de Sinaloa y sus oponentes del Cartel del Golfo, se recrudeció, con una docena de ejecutados, en un lapso de 24 horas.
La mañana de ese mismo martes, a un costado de la carretera federal número 45, a la altura de la comunidad de El Sauz, municipio de Sain Alto Zacatecas, fueron localizados los cadáveres de cuatro personas –tres hombres y una mujer-, ejecutados, todos con signos de tortura y el tiro de gracia.
Unas horas después del hallazgo, fueron difundidos profusamente en distintas redes sociales varios videos, donde esas cuatro personas –presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa-, eran interrogados, por sicarios del Cártel del Golfo.
El contenido de los videos causó conmoción política en Zacatecas, por el hecho de que los torturados que fueron “entrevistados”, –que dijeron ser oriundos de Durango-, revelaron que traían como consigna, ejecutar a los presidentes municipales de Río Grande, Fresnillo, Guadalupe y Zacatecas “para calentar la plaza”, a sus contrarios. A cada uno de los sicarios, les iban a pagar, según su propio testimonio, 200 mil pesos por alcalde asesinado, más “una pensión” mensual, fija, de 20 mil pesos.
El gobernador Alejandro Tello Cristerna, confirmó la veracidad de las amenazas de muerte contra los cuatro alcaldes, pero lo más grave, dijo, es que “más de la mitad”, de los 58 presidentes municipales de Zacatecas, han recibido amenazas de algún cártel. Y anunció que se reforzaría la seguridad personal de todos los ediles.
La ola de violencia sin embargo, no terminó, y el pasado fin de semana, entre el viernes 21, sábado 22 y domingo 23 de febrero, hubo una nueva ola de violencia, con 16 ejecuciones violentas. Aunado a ello, en una decena de municipios –incluidas las ciudades de Guadalupe, Fresnillo y Zacatecas-, los integrantes del Cártel de Sinaloa leales al Mayo Zambada, desplegaron una veintena de narcomantas, firmadas con las siglas “CDS – M.Z”, en lonas plastificadas, con letras negras y rojas, durante dos días consecutivos, asegurando que venían a “limpiar” el estado, “de secuestradores, extorsionadores, cobra piso, alconez (sic), informantes, así como empresas y negocios”, ligados a otros cárteles.
Con la detención de Adrián Santos Esparza “El Ratón”, las autoridades locales esperan que se reduzca la ola de violencia, aunque alias “El Mudo”, el otro operador importante del Cártel de Sinaloa en los estados de Durango y Zacatecas, sigue libre.