Ciudad de México. La reforma financiera de 2014 no se ha reflejado en mayor inclusión financiera o en una desconcentración del mercado en México. Al día de hoy son siete los grades bancos que mantienen más 80 por ciento del crédito y fondeo en el país, mientras el acceso a crédito no alcanza a más de 35 por ciento de la población, por ello hay “áreas de oportunidad” para una nueva reglamentación, consideró Verónica Chau, directora de instituciones financieras para América Latina en Fitch Ratings.
“Sí ha habido efectos de la anterior reforma financiera que se han traducido en un mayor número de bancos, sin que cambie el mapeo de las concentraciones y entidades. En términos de concentraciones, de números de participantes y de crédito a pequeñas empresas son las mayores áreas de oportunidad , en donde otra reforma financiera podría traer algunas iniciativas que beneficiarán”, declaró en conferencia de prensa.
Por el momento, el Banco del Bienestar resulta en uno de los programas del gobierno federal con alcance para promover la inclusión financiera en el país, aunque aún hace falta revisar cómo será el avance en infraestructura, crédito y distribución. Añadió que hasta el momento, la política de transferencias monetaria sí se han reflejado en los indicadores de microfinancieras al reducir la morosidad. “Hoy por hoy está beneficiando a los créditos para las personas de bajos ingresos”, aseguró Chau.
En el lado regulatorio refirió algunos de los pendientes: no se ha resuelto el “costo regulatorio” para promover que microfinancieras se vuelvan bancos y está pendiente el rubro de comisiones que agrupan 18 por ciento de los ingresos del ramo comercial. Chau aseguró que –por lo hablado entre Fitch y bancos– “viene una iniciativa más ligera”, que se desmarca de la presentada en 2018 por Ricardo Monreal y que –en una sola jornada– hundió en 5.8 por ciento el principal índice de la Bolsa Mexicana de Valores.
Estancamiento de la economía deterioró a bancos
Una baja en el crédito al consumo y a pequeñas y medianas empresas durante el año pasado se reflejaron en un “moderado deterioro” en la banca comercial, que se prolongará en este. La utilidad neta se desacelerará de 2.5 por ciento en 2019 a 2.2 por ciento para 2020; a medida que la morosidad pasará de 2.2 a 2.6 por ciento, detalló Alejandro Tapia, director de instituciones financieras en México.
No obstante, “aumentará el crédito, pese a la debilidad económica”, aseveró. Se estima que la cartera de préstamos incremente hasta en 5 por ciento, por arriba de 4.3 por ciento de 2019.
Mónica Ibarra, directora de Financieras No Bancarias para México y Centroamérica recalcó que en este sector se observa un aumento de la morosidad impulsada por el derrumbe en la construcción; sobre todo en las sociedad financieras hipotecarias que otorgan créditos puente –de mediano plazo– a pequeñas y medianas empresas que desarrollan vivienda.
En este entorno, las empresas de tecnología financieramente –más conocidas como fintech– poca competencia implican al sistema financiero bancario. Situación en la que no se prevé un cambio al menos entre los próximos cinco y 10 años.