Ciudad de México. La Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR) una denuncia contra miembros de una organización criminal que constituyeron al menos 99 empresas emisoras de facturas falsas que operaba en el Estado de México.
De acuerdo con la información, los fondos con los que se movía la organización provenían de operaciones ligadas a los Papeles de Panamá, un cúmulo de documentos confidenciales de la desaparecida firma panameña de abogados Mossack Fonseca, indicadores de lavado de dinero, que fueron divulgados por un conglomerado de periodistas en 2016.
Los recursos eran ingresados vía depósitos en efectivo y transferencias interbancarias. De estas últimas se tiene registro de transacciones por un monto de 6 mil 730 millones de pesos, realizados a las empresas constituidas por la organización, explicó la UIF, una instancia de la Secretaría de Hacienda.
Los falsificadores de facturas realizaron retiros por cerca de 8 mil 500 millones de pesos, bajo un esquema de pago a tarjetas nómina, informó la UIF este miércoles.
En la víspera la FGR informó que en un operativo llevado a cabo en coordinación con personal de la Secretaría de Marina Armada de México se realizaron cinco cateos y fueron detenidos cuatro integrantes de la organización, que tenía su centro de operaciones en el municipio de Metepec.
Un juez federal con sede en Almoloya de Juárez, estado de México, dictó auto de vinculación a proceso a los cuatro detenidos.
En octubre pasado el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer que se investigaba a 145 compañías denominadas factureras que emitieron documentos falsos que amparaban 282 mil millones de pesos.
La UIF dijo hoy que los miembros de la organización se beneficiaban de los recursos ilícitos, mediante la suplantación de identidad de diversas personas físicas a quienes les generaron cuentas bancarias.
En la red de estafa participó una ejecutiva bancaria, quien les entregaba las tarjetas y los dispositivos token para que estos dispusieran de los recursos, abundó la UIF. No identificó la institución para la que trabajaba esa ejecutiva.