Ciudad de México. La actual administración federal recibió a Petróleos Mexicanos (Pemex) en quiebra técnica
, debido a que acumula pérdidas por un billón 943 mil 106 millones de pesos y un capital contable negativo de un billón 459 mil 405 millones, informó la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En su tercera entrega correspondiente a la revisión de la cuenta publica 2018, último año de gestión de Enrique Peña Nieto, señaló que el marco fiscal de la empresa es lo que impacta sus finanzas, debido a que el derecho por la utilidad compartida representó en dicho año 167.1 por ciento de la utilidad antes de impuestos, lo que coadyuvó a que no cumpliera su objetivo de ser rentable, ya que después del pago de contribuciones registró una pérdida de 180 mil 419 millones de pesos.
El régimen fiscal de Pemex no le ha permitido tener utilidades ni recursos para exploración y extracción
, destacó el órgano fiscalizador de la Cámara de Diputados.
La ASF aconsejó revisar el marco fiscal, con el fin de reducir la carga tributaria y compensar la pérdida de ingresos petroleros con entradas de fuente privada y una mayor participación de terceros mediante el otorgamiento de más contratos de exploración y producción para que la empresa del Estado pueda contar con más fondos para invertir.
Durante la revisión de la cuenta pública de 2018 se detectaron ineficiencias, como la subutilización de la capacidad instalada.
En Pemex Exploración y Producción fue de 55.6 por ciento; Pemex Transformación Industrial, 52.9; Pemex Fertilizantes, 16.7; Etileno, 39.3; Logística, 53.44, y Pemex Perforación y Servicios, 74 por ciento.
Las denominadas empresas productivas subsidiarias no han logrado revertir la tendencia negativa de sus principales indicadores, ya que en el periodo 2015-2018 la extracción de crudo disminuyó 20 por ciento y en 2018 sólo lograron restituir 35 por ciento de las reservas de crudo, en tanto que la perforación de nuevos pozos se redujo 16 por ciento y la producción de petrolíferos (gasolinas, diésel, turbosina y combustóleo) cayó 42.2 por ciento, lo cual evidencia que todas la cadena de producción presentan grandes deficiencias.
Destaca que Pemex Exploración y Producción solamente ejecutó 0.6 por ciento de sus recursos en estudios geológicos, pese a que es la actividad base de la cadena de valor de Pemex.
Respecto de la conducción central, se identificó que en 2018 los acuerdos del consejo de administración de la empresa y sus cuatro comités especializados no definieron medidas correctivas para dar respuesta a la agudización de los problemas estructurales operativos y financieros que enfrentan Pemex y sus empresas productivas subsidiarias.
Esta empresa no adoptó las mejores prácticas de gobierno corporativo conforme lo establece
la ley de Pemex.
En relación con la deuda, su política no se ha enfocado en invertir en sus activos productivos, que se han visto disminuidos en valor 18.5 por ciento, situación derivada de los deterioros contables registrados y el desgaste natural de su planta productiva, la cual no ha sido sustituida al menos a la par.
En materia de pensiones, el pasivo laboral es de un billón 80 mil 542 millones de pesos, mientras los recursos acumulados en el Fondo Laboral Pemex, por 7 mil 200 millones de pesos, son insuficientes, pues sólo cubren 0.7 por ciento de éste, lo que representa un riesgo significativo para la empresa.