Pekín. Dos muertos más por Covid-19 en Irán, otro en Corea del Sur, y uno en Italia, y la aparición de nuevos casos de contagio a nivel internacional, así como en hospitales y prisiones de China continental, aumentaron ayer la preocupación sobre la propagación de la epidemia de la misteriosa enfermedad, que ya dejó más de 2 mil 300 decesos y 76 mil infectados.
El director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que el tiempo para erradicar el nuevo coronavirus se estrecha
y está alarmado por los casos sin vínculo epidemiológico claro
fuera del gigante asiático.
El virus deja hasta hoy en China continental 2 mil 345 muertos y 76 mil 288 personas contagiadas, anunció la Comisión Nacional de Salud. En otras países y territorios, se contabilizaron 15 fallecidos y mil 200 infectados.
El número de nuevos casos diarios en China, que había caído durante cuatro días consecutivos, creció y se elevó ayer a al menos a 889 frente a los 673 la víspera, anunció la comisión.
Otro motivo de preocupación son las decenas de contagios anunciados en dos hospitales de Pekín, y más de 500 en prisiones del país.
Durante una reunión del Partido Comunista Chino, presidida por el jefe del Estado, Xi Jinping, los participantes señalaron que el punto máximo (de la epidemia) aún no se ha alcanzado
y que la situación es compleja
en la provincvia de Hubei, donde surgió el virus.
Peng Yinhua, de 29 años, médico en Wuhan, capital de Hubei, murió a causa de la enfermedad, convirtiéndose en uno de los fallecidos más jóvenes por este virus y el último entre el personal sanitario.
En Pekín, las autoridades anunciaron 36 casos en el hospital Fuxing, y uno en el hospital de la Universidad, una paciente fue contagiada por dos visitantes.
En especial inquieta la situación en las cárceles: 200 detenidos y siete guardias fueron contagiados en Jining, en la provincia de Shandong (este), y hay 34 casos en un establecimiento de Zhejiang (este). En Hubei, se registraron 271 contagios en prisiones.
Las restricciones de viaje hacia China no han impedido la aparición de nuevos casos fuera del país asiático.
Irán anunció ayer 13 nuevos casos de contagios por el coronavirus y la muerte de otras dos personas, para un nuevo balance de cuatro víctimas mortales y 18 infectados. La mayoría de los casos se registraron en la ciudad de Qom (150 kilómetros al sur de Teherán).
Israel y Líbano confirmaron por su parte un caso cada uno de Covid-19: una israelí que regresó de Japón y una libanesa que viajó a Qom.
En Corea del Sur, se registró ayer un segundo deceso y el número de casos prácticamente se duplicó, elevándose así a 346 este sábado. Entre ellos, unos 120 son miembros de la Iglesia de Jesús Shincheonji
, una secta cristiana situada en la ciudad de Daegu.
Una mujer de 61 años, quien no sabía que había contraído la neumonía viral, los contagió al asistir a los oficios religiosos. El alcalde de Daegu, de 2.5 millones de habitantes, pidió a la población quedarse en casa.
Italia informó de la primera víctima mortal, un hombre de 78 años, en su territorio e incrementó los casos de contagio a 17. Las autoridades sanitarias ordenaron el cierre de todos los lugares públicos en localidades del norte del país.
En Japón, la polémica aumentó en torno al crucero Diamond Princess, atracado en cuarentena en el puerto de Yokohama, a las afueras de Tokio, desde principios de febrero y que hasta ayer registró 621 enfermos, de los cuales dos fallecieron.
Dos australianos, que al desembarcar dieron negativo en los análisis, fueron declarados como contagiados a su regreso a Australia, lo que despertó interrogantes sobre los procedimientos de las autoridades japonesas, que autorizaron a bajar del barco a cientos de pasajeros supuestamente no infectados.
La ministra ucrania de Salud, Zoriana Skaletska, decidió ponerse en cuarentena con evacuados de China después de la llegada de 45 compatriotas y 27 extranjeros, en su mayoría originarios de América Latina, provocara pánico y violencia en el pueblo que debía recibirles.