En Chiapas, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) divulgó en su página Enlace Zapatista imágenes de las concentraciones que se llevaron a cabo en sus 10 caracoles situados en la entidad para recordar el asesinato de Flores Soberanes. Lo anterior, como parte de la Jornada en Defensa del Territorio y la Madre Tierra, por justicia para nuestr@s muert@s, nuestr@s desaparecid@s, nuestr@s pres@s y en contra de los megaproyectos de muerte. Samir somos todas y todos.

En la misma entidad, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de Las Casas emitió un comunicado en el que afirmó que después del homicidio de Samir se incrementó el riesgo a la vida, seguridad e integridad de las defensoras y defensores del territorio en México. También se intensificó la criminalización en contra de comunidades de pueblos originarios opositoras a proyectos de gobierno, en específico de quienes conforman el Congreso Nacional Indígena, al que pertenecía Samir.

En Oaxaca, integrantes de la Asamblea Popular del Pueblo de Zanatepec tomaron las oficinas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para exigir justicia por el crimen del opositor al Proyecto Integral Morelos (PIM).

Samir fue asesinado el 20 de febrero de 2019 afuera de su casa, tres días antes de que se realizara una consulta para decidir si se echaba a andar la termoeléctrica de Huexca, un proyecto de la CFE que fue rechazado desde que comenzó a edificarse, en 2011, y que rechazaron tanto Samir como el pueblo de Amilcingo, afectados por el gasoducto (que pasa a un lado).

El activista se opuso abiertamente a la consulta amañada que organizó el gobierno federal el 23 y 24 de febrero de 2019 y en la que, según cifras oficiales, ganó el sí, pero hasta hoy esta planta generadora de energía eléctrica está parada, ya que el gasoducto y al acueducto no están terminados por la oposición de los campesinos morelenses y por los amparos que han ganado ante las autoridades judiciales.

En la comunidad nahua de Amilcingo, que se rige por usos y costumbres, en el municipio de Temoac, ubicado al oriente de la entidad, desde las seis de mañana, casi la misma hora que fue asesinado hace un año Samir, decenas de pobladores, activistas de otros pueblos morelenses y estados, principalmente Tlaxcala y Puebla, llegaron a la que fue la casa del activista para rezar un rosario y participar en una misa en su memoria.

Dos horas después, encabezados por su madre, Epifanía; su padre, Cirino; sus hermanos, Nayeli y José Luis, al igual que su viuda, Liliana, y sus hijos Kimich, Amira, Yeni y Marina, los pobladores marcharon desde la casa de Samir para exigir al presidente López Obrador y al gobernador Cuauhtémoc Blanco justicia y castigo para los responsables materiales e intelectuales del asesinato. Los manifestantes hicieron una parada y un homenaje frente a la radio comunitaria Amiltzinko, de la cual Samir fue creador y locutor.

Después continuaron su camino rumbo al centro de Amilcingo y a la primaria que lleva el nombre de Samir Flores Soberanes. Al ingresar al colegio, el maestro Jorge Velázquez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala, con el puño en alto, gritó tres veces: ¡Samir Vive; los más de 160 alumnos, algunos con el puño en alto, respondieron: “¡La lucha sigue, sigue y sigue! Y Velázquez remató: ¡Samir vive, la lucha sigue!, misma que corearon varias veces los alumnos.

A la entrada de la escuela se develó un busto del luchador social. De allí, el contingente continuó hasta el panteón del pueblo donde hace un año fueron inhumados los restos del líder social. Los asistentes depositaron ramos de flores. Alrededor del medio días se retiraron del panteón de Amilcingo.

Acerca de la petición que el presidente López Obrador hizo la mañana de ayer a la FGE para que aclare el crimen del activista social, Jaime Domínguez Pérez, ganador del Premio de Derechos Humanos Sergio Méndez Arceo, respondió que el Presidente asuma su responsabilidad y deje de lavarse las manos.