Ciudad de México. En reunión con los titulares de las Comisiones Ejecutivas de Atención a Víctimas en el país, la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero aseguró que este gobierno ha dejado atrás “soluciones cosméticas” que sólo habían defendido los intereses de unos cuántos.
Y el ejemplo de las víctimas así lo ilustra, aseguró. Porque, “cuántas y cuántas víctimas de violencia en el país no han tenido acceso siquiera” a la Comisión, si bien admitió la existencia de personas que “han tenido o han hecho de la Comisión de Atención a Víctimas “un modus vivendi (forma de vida)” y la han convertido en su rehén.
La mayoría -aceptó también- son aquellas que no han tenido siquiera el menor acercamiento posible con las instancias establecidas para atenderlas.
Coincidió enseguida con Mara Gómez, comisionada federal de Atención a Víctimas en la necesidad de dar un salto cualitativo en esta materia y plantear “un modelo, un protocolo, una política uniforme para que efectivamente demos respuesta a las víctimas y no tengamos clientelismo y una situación de privilegiar únicamente a algunas víctimas o porque tienen la posibilidad de estar más presentes o por diversas situaciones en donde nos convertimos nosotros realmente en rehenes de estas personas...”
Para Sánchez Cordero, es necesario establecer una nueva política en materia de víctimas y también articular a todas las comisiones, pues de lo contrario podría perderse mucho en el modelo de atención .
En la sesión de trabajo donde también estuvo el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, la ex ministra Sánchez planteó que para que las comisiones de víctimas sean piedra fundamental en la justicia transicional y en la construcción de la paz se requieren recursos materiales y humanos y dotarlas de herramientas a las instancias oficiales encargadas del tema.
Gobernación, añadió entonces, “no es una secretaría de la represión sino del diálogo, de la construcción de paz, del tejido social, de protección de derechos; del camino que debemos seguir en el contacto permanente con la población. Es, en suma, un símbolo de cercanía y no persecutoria” y donde los derechos humanos son absoluta prioridad.
Anticipó que la comisionada Gómez presentará a detalle el nuevo paradigma de la institución porque ésta debe transformarse porque aun siendo para y por las víctimas “se había mantenido alejada” de aquellas.
Debe cambiarse entonces un modelo que en algunas ocasiones “revictimiza en lugar de rehabilitar” y que sea una nueva institución que atienda a las víctimas y éstas sean el centro de su actuación, que protejan derechos.
“Esa será la ruta para poder pacificar al país”, resaltó Sánchez Cordero: “combatir la violencia, atender a quienes han sido afectados por ella requiere cambios de fondo”.
Exhortó entonces a los encargados de esta labor: “erradiquemos el clientelismo, vayamos por las víctimas, pongámoslas en el centro pero no nos constituyamos en rehenes de las mismas; al contrario, en sus aliados y el alguien a quienes les debemos dar una respuesta”.
En su mensaje, la funcionaria había indicado: “Me parece fundamental una armonización legislativa de todas las leyes de víctimas en los estados y reformas legales a a propia la ley general de víctimas porque ésta ya tiene algunos años y creo que el ajuste de acuerdo a la experiencia y el ajuste de acuerdo a la experiencia tiene que venir relacionada con las reformas que estamos proponiendo , y veamos qué reformas se requieren concretamente para poderlas presentar al congreso federal”.