Ciudad de México. En la reserva de la biosfera Mariposa Monarca, ubicada entre Michoacán y el estado de México, el aumento de la temperatura comenzó desde hace 30 años y ya subió 2.5 grados centígrados respecto a la que se registraba en promedio en las horas pico, alrededor del mediodía. Esto ya es un dato alarmante y afecta no sólo al lepidóptero que pasa el invierno en los bosques de oyamel, sino también a las 132 especies de aves, 52 de mamíferos y 423 plantas vasculares que habitan el área.
Esto señalaron expertos durante la presentación del documental Más allá de la monarca, realizado por la Red Monarca, el cual muestra la riqueza de la biodiversidad que alberga la reserva, que es parte del eje neovolcánico. El área natural protegida ocupa 56 mil 259 hectáreas, donde se encuentran los santuarios que cada invierno visita la mariposa.
Tan sólo a través de cámaras trampa y el monitoreo que se hizo, se observaron 86 especies, pero de ellas 31 por ciento no estaban en el listado de variedades reportadas en la región, explicó Eligio García, coordinador del Fondo Monarca.
Tendencia al alza en ondas de calor
Leticia Gómez, de la Red Nacional de Fenología, explicó que mientras hay proyecciones de incremento de la temperatura hacia el año 2060 de 2.5 grados, en la región ya se puede hablar de que se ha elevado en esos números. En la reserva hay una tendencia al alza en las temperaturas medias, pero más en las máximas, en las llamadas ondas de calor, precisó.
Detalló que la variación en la temperatura en la región y en el eje neovolcánico, son datos alarmantes. Esto pasa aun sin considerar las proyecciones internacionales sobre el calentamiento de la atmósfera a causa del cambio climático.
Esto afecta las fases de crecimiento, desarrollo y reproducción de las plantas, dijo. El ciclo de desarrollo de los animales y otras especies de bosque, como los frutales. También hay disminución de productividad y reconversión productiva no planeada. En las comunidades y la sociedad recae el hacer algo ante esta problemática.
Por su parte, Isabel Ramírez, de la Red Monarca y que también estudia la relación entre el cambio climático y el lepidóptero, consideró que los escenarios no son nada favorables para el futuro. Detalló que la mariposa monarca escapa de un clima frío en el invierno en sus áreas de alimentación y producción de alimentos, viaja desde Canadá para encontrar los bosques de oyamel, donde enfrenta otras amenazas.
Para este insecto el microclima debe ser particular. Tiene que ser suficientemente fresco para permanecer en hibernación y a la vez cálido para no morir por enfriamiento, y que al final del invierno empiece su apareamiento; es un balance delicado relacionado con las condiciones de microclima, en un bosque maduro y denso
. Indicó que desde 2004 se pusieron estaciones meteorológicas en la zona, y desde ese año hasta 2019 los inviernos muestran situaciones alarmantes.
En la Red Monarca participan organizaciones y académicas con décadas de trabajo en la región, quienes elaboraron el documental para resaltar la presencia de más especies en la reserva.