Ciudad de México. México requeriría de una inversión de 70 mil millones de pesos para atender a poco más de 3 millones de niños de cero a 3 años que viven en condición es de pobreza, a fin de garantizar su acceso a la educación inicial, afirmaron especialistas e integrantes de la organización civil Pacto por la Primera Infancia.
Se trata de una inversión, aseguró Rafael de Hoyos, ex líder de la Unidad de Educación para América Latina y el Caribe del Banco Mundial, que podría recuperarse en dos o tres décadas, pues afirmó que la atención a la primera infancia eleva la productividad. Agregó que se estima que por cada dólar invertido en atender el desarrollo temprano en menores de tres años, “hay un retorno de al menos 8 dólares, es decir, es la inversión con la tasa de retorno o beneficio más elevada”.
En conferencia de prensa, donde se anunció la quinta edición de la Cumbre de Líderes en Acción por la Educación (CLASE) 2020, que este año estará enfocado a la educación inicial,
Milagros Fernández, cofundadora de CLASE, que reúne a las principales organizaciones del sector empresarial interesadas en el sector educativo, destacó la importancia de fortalecer la inversión pública en el desarrollo infantil, pues afirmó que puede ser un herramienta de combate a la pobreza y la desigualdad.
De Hoyos, profesor de economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, indicó que a nivel nacional se estima que de los 15.9 millones de alumnos con bajos niveles de aprendizaje, al menos 40 por ciento nació en hogares en condición de pobreza y 12 por ciento no recibió una nutrición adecuada, lo que afecta su desarrollo físico y escolar.
En el acto, al que acudió Aranzazú Alonso, coordinadora nacional del Pacto por la Primera Infancia, se insistió en la necesidad de impulsar políticas públicas que fortalezcan la educación inicial, lo que implica destinar mayores recursos y la formación de docentes, así como la creación de infraestructura que dé condiciones de incrementar la cobertura de menores de cero a ocho años.